Llega la recta final de las fiestas en honor a Santa Ana que se viven en estos días en El Viso y que durante el fin de semana ha llevado a muchos ciudadanos de la comarca, de la provincia y de otros puntos de la geografía española ha desplazarse hasta la localidad viseña. Aunque siempre en el punto de mira, los tradicionales encierros taurinos siguen siendo uno de los puntos neurálgicos de estos días.

Y es que cada día, son muchos los que esperan que se escuche el último aviso, a modo de cohete, que vaticina la suelta y llegada de las vaquillas. A las doce del mediodía, las calles por donde se instala el recorrido se convierten en un hervidero donde las peñas anda ataviadas con sus respectivas camisetas, los pañuelos anudados al cuello se repiten en las fotografías, tanto como los saltos o los recortes de los más avispados y osados.

Hay quien también prefiere la mesura y se resguarda detrás de los burladeros improvisados que se instalan a las puertas de algunas viviendas, o en las vallas que acotan el recorrido. Es una fiesta, declarada de Interés Turístico de Andalucía, que se vive de varias maneras pero a la que suelen acudir muchos año tras año, a modo de tradición, como la propia fiesta. Cada día dos lotes, uno para cada hora, con vaquillas que acaban en la Plaza portátil que se instala en la Plaza de la Constitución donde la fiesta sigue en los tendidos y en el albero.

Quedan tres días de encierros donde se turnarán las ganaderías de «Hnos. de la Puerta», «Julio de la Puerta» y «Alonso Moreno de la Coba». Tres días donde los aficionados a estos encierros podrán disfrutar y donde se espera que todo transcurra como hasta el momento, sin incidentes y bajo la atenta mirada de «la abuela» Santa Anta, que preside las fiestas que se celebran en su honor.