Entre las novedades que podrán verse en la Cabalgata de Reyes Magos de Pozoblanco habrá una que destaque por encima del resto, los trajes que lucirán sus majestades de Oriente. Detrás del trabajo que lleva vestir a Melchor, Gaspar y Baltasar se encuentra El Botón de Jade, o lo que es lo mismo, María Cabrera. Sin embargo, este trabajo ha necesitado de más manos e ideas y, por eso, a ese nombre se le une el de Iván Spirov. La dupla Cabrera-Spirov, que no es la primera vez que se une, es la artífice de las túnicas, las capas, los adornos y todo lo que Melchor, Gaspar y Baltasar luzcan en el día de hoy en su extensa agenda en la localidad pozoalbense. 

Uno de los secretos mejor guardados ya se ha disipado y se han podido ver la colorida apuesta firmada por el tándem antes mencionado. Horas antes de que se descubriera el enigma, hablamos con María Cabrera sobre el proceso que ella y su compañero han desarrollado. Deja en todo momento claro que las sensaciones son compartidas y el trabajo, de cuatro manos que le han puesto toda la ilusión posible a un encargo al que le hubieran pedido «algo más de tiempo» para su desarrollo. Porque los trajes que hoy lucen Melchor, Gaspar y Baltasar han sido ideados y confeccionados en apenas un mes. 

Después de la aprobación del presupuesto y de desarrollar la idea llegó uno de los momentos más problemáticos, encontrar las telas, algo que se complicó «por el tema de la pandemia y la dificultad de encontrar algunas cosas». Con todo, con el desarrollo de esa idea primitiva y sus bocetos tocó ponerse manos a la obra para encontrar esas telas, intentando siempre dejar el gasto en tiendas de Pozoblanco y la comarca de Los Pedroches. «Además de las telas, necesitábamos muchos adornos, piedras, materiales dorados, plateados, que tampoco ha sido fácil encontrarlos», explica María Cabrera. 

El resultado está con un Melchor con una túnica dorada y capa roja; Gaspar destacando con el color camel y túnica beige y un fajín que resalta entre todos los ropajes; aunque, quizás, el más llamativo sea Baltasar ya que rompe con las túnicas y aparece con pantalones bombachos de color rosa y una túnica que destaca entre los azules y dorados. No hay que olvidar el turbante, ni tampoco los fajines que esto año llevan los carteros y pajes reales, realizados a partir de las túnicas antiguas. «Nos encargaron aprovechar los trajes antiguos y así lo hicimos para vestir a pajes y carteros reales», puntualiza Cabrera. 

Aunque será hoy cuando el trabajo viva su momento más álgido, tanto María Cabrera como Iván Spirov saben que «lo especial» de este encargo también reside en que perdurará en el tiempo y servirá para muchas cabalgatas de Reyes. Eso se traduce en que la ciudadanía podrá identificar su trabajo cada 5 de enero durante los próximos años y eso «hace el encargo todavía mucho más especial». Ahora queda saber lo que opina la gente, pero «nosotros estamos muy satisfechos».