En 1994 el Ayuntamiento de Pozoblanco, con el socialista Antonio Fernández de alcalde, decidió comprar el monasterio de Pedrique. La decisión creó una controversia que siguió en años sucesivos con el acuerdo suscrito con el ya fallecido Aurelio Teno y la posterior creación de una Fundación que no dio los frutos esperados ni tan siquiera llegó a ser fecunda. La sombra de Pedrique es alargada y ahora cubre la actualidad pozoalbense por las últimas declaraciones realizadas por el alcalde de la localidad, Santiago Cabello. El primer edil aseguró en la sesión plenaria del mes de marzo que «no es de recibo que este Ayuntamiento tuviera centenares de obras de artes de Aurelio Teno y nos encontremos cuando entramos con las que nos hemos encontrado, sin saber ni dónde están ni quién se las ha llevado ni lo que ha pasado en ese trámite de tener centenares de obras a no tener prácticamente ninguna». Una declaración sorprendente que no  llegó con ninguna denuncia y que fue ratificada en la sesión plenaria del mes de abril. Esta es parte de la historia del Monasterio de Pedrique y de cómo los datos matan los relatos. 

Para todas las sombras y dudas hay que retrotraerse a la fecha de inicio a 1994 o incluso unos años antes cuando Aurelio Teno presentó a los diferentes alcaldes de la comarca, al menos así deja constancia por escrito, el proyecto de creación de la Fundación Internacional “Aurelio Teno” con el consiguiente desarrollo del Centro Internacional de Arte “Valle de Los Pedroches”. La ambiciosa idea quedó reducida porque no implicó a toda la comarca, sino que fue el Ayuntamiento pozoalbense el que optó por la compra de Pedrique. El precio para la adquisición de la finca fue de 23 millones de pesetas, pero a esa compra hubo que sumar otros acuerdos económicos y contractuales. Así, se acordó abonar con carácter vitalicio -mientras viviera el artista o su cónyuge- 250.000 pesetas al mes en concepto de indemnización por la explotación agropecuaria de la finca, así como por la conservación de las obras escultóricas exteriores. Del mismo modo, se acordaba que el vendedor -Aurelio Teno- se reservaba el derecho de vivir en determinados espacios igualmente con carácter vitalicio hasta producirse el “óbito del último de los cónyuges”.

Luego, el Ayuntamiento intervendría en la finca para su remodelación y, tras una inversión de 480.000 euros, abrió sus puertas en 2003 y también se creó la Fundación Aurelio Teno. Las obras, según recogen las crónicas de la época, se centraron en cuatro zonas principales, el salón de conferencias, dos salas de exposiciones y el centro de recepción de visitantes, además de la creación de terrazas y habilitado nuevos pasos para facilitar la circulación de los visitantes. Respecto a la Fundación, destacaba la creación de un centro cultural en Pedrique encargado de promover la investigación artística y que permitiera atraer las iniciativas de jóvenes creadores. 

Las obras de artes

Los objetivos de la Fundación se quedaron en eso, en buenas intenciones que no llegaron a buen puerto y en 2010 -con el gobierno de PP y PA- se procedió a la disolución de esta entidad. Pero, ¿qué pasó con las obras de arte propiedad del Ayuntamiento? Lo cierto es que el primer edil pozoalbense cometió un error de cuantificación en sus últimas declaraciones porque el Consistorio nunca fue propietario de centenares de piezas y para sustentar esta afirmación basta con acudir al acuerdo plenario donde se aprobó la compra de Pedrique. En uno de los apartados se especifica que únicamente será las esculturas exteriores existentes en ese momento, así como las que se pudieran generar en el futuro, las adscritas a la finca y las donadas por Aurelio Teno al Ayuntamiento. Las esculturas objeto de donación se especifican en un documento anexo y alcanzan la cifra de 34, tasadas por el propio artista en 23,2 millones de pesetas. Respecto a las generadas, un informe de 2014 las detalla y no superan la veintena. ¿Se compraron posteriormente más obras? No, únicamente la que hay a las puertas de la plaza de toros y en el recinto ferial ya que la ubicada en el parque que lleva el nombre del artista fue el regalo de Aurelio Teno a Pozoblanco. 

obras_pedrique¿Por qué se habla entonces de expolio? Aquí entra en juego otra fecha importante: 2014. Varios técnicos del Ayuntamiento se personan en Pedrique con el objetivo de iniciar el cotejo de las obras artísticas adscritas a la propiedad. Hay que recordar que Aurelio Teno murió en febrero de 2013, pero que la viuda podía seguir disfrutando de la parte de la propiedad acordada. El informe realizado en mayo de aquel año, al que ha tenido acceso este periódico, hace un recorrido por las obras de arte con fotografías, su lugar, su disposición y su estado de conservación en base a un inventario anterior (2007) y, del mismo modo, se informa a la familia del artista que el traslado de esas obras tiene que ser comunicado al Ayuntamiento por ser el propietario señalándose que en 1998 se sustrajo la obra ‘Torso de mármol negro’ tras ser trasladada para una exposición en Diputación. A las 34 piezas inventariadas, de las que faltan tres se suman las adscritas a lo largo de estos años que no llegan a las diez. 

Dos meses después, el 2 de julio, responsables políticos tienen conocimiento de que en la finca se están produciendo movimientos que implican traslados de obras de arte y hasta allí se desplaza la Guardia Civil, la Policía Local y varios técnicos del Consistorio. La situación que se encuentran, según el informe policial al que ha tenido acceso este periódico, alude a que parte del mobiliario y diversas obras de arte ya han sido embaladas y se encuentran listas para ser cargadas y transportadas fuera de la finca. Las autoridades instan a la hija del artista a cesar de este empeño porque hay obras que son de titularidad municipal y se aprecia que van a ser trasladadas al estar fuera de su ubicación habitual y, lo que es más significativo, embaladas. La situación se resuelve y, a continuación, se hace otro informe para saber qué queda de ese inventario. En todo este galimatías, el Ayuntamiento pierde un torso de bronce, dos cabezas, 10 cabezas de cabras/vacas y 5 animales de bronce, además desaparece una campana como parte del inmueble y la lanza de la escultura ‘Caballo y quijote’. Ese es el «expolio», es decir, hay piezas desaparecidas pero en ningún caso serían «centenares», fundamentalmente, porque el Ayuntamiento jamás fue titular de un gran número de piezas de Aurelio Teno.

Mención aparte merece el estado de conservación de algunas de las obras de arte, parte que correspondía al vendedor de la finca -el propio Teno- como se acuerda y se establece con el pago de las 250.000 pesetas mensuales que se le abonan. Incluso en los informes mencionados se indican que alguna ha sido tirada por el mal estado de conservación.

El futuro 

El último informe sobre Pedrique, del que tiene constancia este periódico, data de 2020 y se hace un recorrido exactamente igual por las obras de arte que quedan en el Monasterio de Pedrique. Un informe que está fechado ya cuando la propiedad en su totalidad vuelve a manos del Ayuntamiento ya que la viuda del artista falleció en 2019. Todos los informes realizados en torno a Pedrique hablan, por tanto, de las piezas suscritas en el acuerdo de compra-venta y que, como decimos, son 34 y no las centenares mencionadas. ¿Hay obras de Aurelio Teno vendiéndose en plataformas? Puede ser, pero no las que se relacionan en el informe y, por tanto, las que son propiedad municipal. 

Hablar de Pedrique es hacerlo, igualmente, de una finca con un importante olivar ecológico que ha recibido subvenciones durante años y del que ahora nada se sabe, a pesar de la insistencia de la oposición en saber si este año, con una excelente campaña, se ha recogido la aceituna. Mientras se despeja esa incógnita se abre otra, ¿ha habido planteamientos de hacer algo con Pedrique? Los últimos actos están fechados en 2016 -concurso Ecotrama- y 2018 -entrega Premios Solienses- pero hubo movimientos para su venta. Al menos, según ha confirmado el que fuera concejal del Ayuntamiento de Pozoblanco, Eduardo Lucena (PP), a este periódico, se escuchó «el interés» de empresarios para explotar la finca. Eso sí, Lucena precisa que «no hubo ofertas ni se habló algo en firme». 

Ante esta información, que contradice sus declaraciones, este periódico ha intentado tener la versión de alcalde de Pozoblanco, sin que hasta la fecha hayamos tenido contestación a nuestras preguntas.