En las inmediaciones del Recinto Ferial, sin que pueda vislumbrarse su presencia a simple vista porque ha tenido que ser «amurallada» para evitar más robos, se alza en Fuente La Lancha la infraestructura de su residencia de mayores. Para poner en contexto esa residencia que sigue siendo, treinta años después, un anhelo basta con dar algunas cifras y datos. Las obras arrancaron en 1991 para conseguir una residencia de mayores con 42 plazas y que ofreciera entre 18 y 20 puestos de trabajo. Desde entonces la inversión ha sido de 3,5 millones de euros que se han ido sufragando con sucesivos planes provinciales y alguna aportación municipal. ¿El resultado? Fuente La Lancha sigue sin una infraestructura que para el alcalde de la localidad, José Chaves, es «la solución económica» para la localidad. De momento, no se vislumbra final a un periplo que dura ya 30 años. 

La residencia en la actualidad se encuentra, en términos generales, en perfecto estado y el bienio 2022-2023 debería ser el del impulso definitivo ya que el Ayuntamiento de la localidad aprobó incluir el proyecto final de la residencia en los planes provinciales de este periodo, lo que se traduce en una última inversión cercana a los 400.000 euros que parece que no serán suficientes porque al querer reanudar las obras se ha detectado un nuevo escollo, la residencia no se ajusta a la normativa. «Esta residencia tiene muchas historias, pero llegados a este punto nos encontramos que los técnicos nos dicen que no adecúa a la normativa de 2007, en lo relativo a la accesibilidad y demás cuestiones, por lo que estamos en el punto de que nos digan cómo adaptar lo que hay a esa normativa”, explica el alcalde de la localidad, José Chaves.

El primer edil narra que desde el año 2011 decidió no destinar ni un euro más de esos planes provinciales a la residencia ya que «tenía el no de la Junta de Andalucía para su apertura, me dijeron que no había fondos ni plazas concertadas por lo que que para qué íbamos a destinar más fondos para algo que no se iba a abrir. El regidor relata que hasta mantuvo una reunión con Juan Pablo Durán, por aquel entonces presidente del Parlamento andaluz, y «me recomendó hasta venderla. Me vine como fui, de vacío». Sin embargo, el anhelo de la residencia sigue presente para el actual alcalde y su equipo de gobierno y es por ello que retomó el proyecto. «Hemos tenido contacto con la Junta de Andalucía y estamos salvando escollos y dando pasos, estamos pendientes de una reunión para saber qué podemos hacer y cuánto costaría adaptarla a la legislación vigente», apunta. Chaves espera que esa cuantía esté cercana a los 600.000 euros, algo que podría asumir el Consistorio tirando de los planes provinciales y también de los remanentes de tesorería. De subir, la implicación de otras administraciones sería clave para una posible apertura. 

Esa reunión llegará después de que el Consistorio salvara otro escollo, el hecho de que la residencia estuviera construida en suelo no urbanizable algo que «durante el mandato del PSOE en la Junta no nos dijeron nada. Cuando cambió el gobierno en la Junta me dicen que no se puede hacer porque está en terreno no urbanizable por lo que tuvimos que pedir una ampliación de la delimitación del suelo urbano que la Junta nos aprobó». Es decir, otro sinsentido para una residencia que de abrirse tendrá una gestión privada ya que «es inviable con el presupuesto que tiene Fuente La Lancha que el Ayuntamiento asuma esa gestión». Ese no sería un problema ya que habría empresas candidatas para esa gestión. Ahora el principal escollo está en adecuar la residencia a la normativa vigente porque «es lógico que no nos concedan la licencia de ocupación si nos ajustamos a la normativa, pero tenemos que ver cómo podemos hacerlo». El concierto de plazas, tema fundamental en estos procesos, quedaría para más tarde ya que «desde la Junta me dicen que vayamos paso a paso y eso estamos haciendo». 

Importancia para el municipio

José Chaves enseña la residencia con una mezcla de orgullo, por la calidad de la infraestructura, pero también de tristeza por desconocer el futuro de una inversión que acumula 3,5 millones de euros para que después de treinta años no haya venido a significar nada para el municipio. Además, el primer edil entiende que la apertura de esta residencia sería «clave» para su municipio porque supondría una generación de empleo que ve complicada que surja por otras vías. «A Fuente La Lancha no va a venir ninguna empresa a instalarse, apenas tenemos terreno municipal para ello, esta es la solución económica, así se ataja el problema de la despoblación, conociendo las necesidades del territorio no hablando de la despoblación sin saber lo que cada territorio necesita».