Decía George Orwell que el «periodismo consiste en decir cosas que alguien no quiere que digas, todo lo demás son relaciones públicas«. En el día de ayer sucedieron muchas cosas que no nos han contado y no nos las han contado las personas que desde hace días llevan por bandera la transparencia, el interés general y las nuevas formas de hacer política. No llevamos un solo día de esta nueva legislatura y o mucho cambian las cosas o las formas de hacer política en Pozoblanco -visto lo visto durante los dos últimos días- serán las mismas que las vividas estos años de atrás. Cambiarán los protagonistas, pero no las formas. Por supuesto, hay que dar el beneficio de la duda a quienes ayer tomaron la responsabilidad de dirigir el Ayuntamiento de Pozoblanco, pero también es preciso contar qué es lo que pasó en unas horas donde el pacto anunciado en la mañana del viernes entre PP y Pozoblanco en Positivo estuvo en el limbo.

Preguntados por esta cuestión, Emiliano Pozuelo y Santiago Cabello recurrieron a la complejidad de elaborar un programa y un acuerdo de gobierno para la incertidumbre de las últimas horas. Cuesta creerlo. Las informaciones que este periódico maneja y gran parte de la prensa local son bastantes diferentes a este respecto y dejan más que en entredicho las explicaciones ofrecidas por los líderes de PP y Pe+. Recapitulemos. El viernes, Pe+ habla de acuerdo, que no de principio de acuerdo, y se nos dice a los medios de comunicación que seremos citados por la tarde para una rueda de prensa conjunta. Según Pozuelo «hubo precipitación» porque se atendió la demanda de los periodistas. Afirmación incierta. Los periodistas pedimos que la rueda de prensa fuera sobre las siete para llegar al cierre -prensa escrita- y para poder asistir a cubrir los actos que había esa tarde en Pozoblanco. Nuestra demanda no solo no fue atendida, algo que entendimos ante la importancia de los hechos, sino que se nos convocó pasadas las cinco de la tarde. ¿De qué precipitación hablamos? La cita fue a las ocho de la tarde y una hora después, una hora, se nos comunicó que la rueda de prensa quedaba desconvocada hasta las diez de la mañana del sábado ante lo que la prensa se negó por estar previsto el pleno de investidura dos horas después y considerarla innecesaria.

A partir de ese momento empezaron las especulaciones y el flujo de informaciones, que llegaron filtradas desde los propios partidos implicados en el proceso de negociación. Y la información era clara, el PP quería la alcaldía los dos primeros años, cosa que Pozoblanco en Positivo no tenía previsto y a lo que no quería acceder, llegándose incluso a filtrar una explicación rocambolesca relacionada con el actual trabajo de Santiago Cabello. A partir de ese momento llegaron también las llamadas de teléfono de la prensa a los protagonistas, el éxito el mismo, ninguno. Y eso que se nos prometió una nota de prensa que llegaría sobre las diez de la noche, pues ahí seguimos esperando. Pasadas las doce de la noche, ambos partidos se encontraban en sus respectivas sedes de las que se marcharon sin acuerdo, según también la información filtrada, con lo que el acuerdo no se cerró hasta el sábado por la mañana -algo confirmado de manera contundente por Rosario Rossi cuando dijo aquello de «Pe+ no iba a estar en un gobierno sin estabilidad y la estabilidad ha llegado esta mañana»-. Un acuerdo que se produjo cuando la parte popular permitió que Emiliano Pozuelo fuera alcalde los dos próximos años.

Medir las palabras es sumamente importante y también lo es saber atar los hilos cuando las explicaciones que vas a dar no se ajustan del todo a la realidad. Un día después de decir que el PP se había presentado a las elecciones municipales sin programa, las dificultades para cerrar el acuerdo se basaban en la necesidad de encajar el programa. Curioso. Una hora y media después de cerrar el pacto, Emiliano Pozuelo le decía a Santiago Cabello «el sitio que yo ocupo lo podrías estar ocupando tú, porque no importa el sitio sino para lo que hemos venido». Curioso también cuando las dificultades en la negociación han venido de la mano de ese puesto, solo de ese puesto y se ha pactado con quien ha estado dispuesto a cederlo. El líder de Pe+ ya sabe lo que es conformar un equipo de gobierno y él como toda la ciudadanía sabe que los acuerdos sobre las delegaciones no tienen por qué cerrarse de inmediato. Había dos premisas para el acuerdo: programa y código ético. Lo segundo se aceptó, de lo primero carecía el PP, ¿entonces? Pues la tercera patita, que volvió a aparecer, la alcaldía.

En fin, malos inicios, muy malos, al borde de crear otro espectáculo circense en ese salón de plenos que tantos ha visto. Un amago que se quedó en eso, por fortuna para Pozoblanco. Pero, ¿se imaginan que hubiera pasado si Pozoblanco en Positivo no hubiera salido a dar la rueda de prensa del viernes o el PP no hubiera subido su comunicado a su web? En fin, lo dicho, a pesar del mal inicio toca dar el beneficio de la duda y esperar que las palabras no se las lleve el viento y esta sea una legislatura fructífera para Pozoblanco de la mano de los dos grupos políticos que han protagonizado la actualidad estos últimos días. Suerte.