No corren buenos tiempos para el periodismo, pero hay quien todavía combate desde dentro los males de la profesión. Eso sí, renovarse o morir. Y en esas anda Rosa García Aperador, periodista de la comarca que desde hace unos meses busca su espacio en esta «jungla» de intereses creados, intrusismo, de lucha entre la información y la desinformación. Lo hace con Solia Comunicación, una agencia de comunicación y marketing que nace con el objetivo de ofrecer a pymes, instituciones, asociaciones y entidades servicios profesionales relacionados con la comunicación. 

Pregunta: ¿Quién es Rosa García Aperador?

Respuesta: Soy una periodista natural de Los Pedroches, llevo ejerciendo como tal desde hace veinte años. He desarrollado mi carrera en diferentes instituciones y ahora lo hago de manera particular. 

P: Ahora se abre al mundo laboral inmersa en otro proyecto, Solia Comunicación. ¿Cómo llega hasta aquí?

R: Llego después de hacer cerrado etapas de trabajo de comunicación corporativa, una rama en la que me he especializado gracias al trabajo que he desarrollo en los últimos años, sobre todo en instituciones públicas. Decido lanzarme al vacío, ponerme por mi cuenta, abrir la cartera de servicios tanto a empresas como instituciones para que puedan aprovechar las ventajas de la comunicación corporativa utilizando las diferentes herramientas como el asesoramiento, las redes sociales…

P: Ha desarrollado su carrera en Los Pedroches. 

R: Yo pensaba que lo iba a hacer fuera, pero he tenido la oportunidad de hacer periodismo en Los Pedroches y me encanta poder haberlo hecho porque a través del periodismo he conocido la comarca. 

P: ¿Y siente fracaso por eso?

R: No, para nada. Me siento una privilegiada por poder seguir estando en mi tierra y hacer lo que más me gusta aquí, en mi tierra. 

P: Hablando de redes sociales, ¿le han comido terreno al periodismo?

R: Yo entiendo que el periodismo es la base. Soy periodista de la comunicación clásica y entiendo que las redes sociales son una herramienta más para llevar información. Lo que yo puedo aportar es una estrategia de comunicación estudiada y específica para cada cliente, porque cada uno de ellos tiene unas particulares y necesita una estrategia distinta. No todo admite las herramientas de las que disponemos, hay que jugar con esos elementos y saber cómo dirigirlos. Las redes sociales son una herramienta más. 

En referencia al periodismo, tal como a mí me lo enseñaron, el periodista es un mero transmisor que tiene que contrastar la información y mirar, sobre todo el interés general. No todo vale.

P: ¿Cómo catalogaría el panorama periodístico de Los Pedroches?

R: Es complejo porque se podría hacer un análisis de su evolución. Antes el periodismo se hacía de manera casi altruista por personas que se han venido a convertir como decanos en la comunicación, ahora hay una nueva generación que está apostando por el periodismo en sí, de una manera profesional. Una generación que intenta hacerse hueco en este mundo de desinformación, ahí entran mucho las redes sociales, y creo que nuestra función es ofrecer las claves a la gente para entender qué es información, que es comunicación y periodismo y qué es otra cosa. Deberíamos enseñar a la gente a ser críticos con la información que nos llega, a saber contrastar y no dejar llevarnos por lo primero que leemos. Hay que tener un sentido crítico. 

P: La política, el periodismo se está polarizando, pero también el lector. 

R: Es el lector el que saca sus propias conclusiones, pero evidentemente todo está muy polarizado. Lo bueno que tiene el periodismo es que tenemos muchos géneros periodísticos para plasmar lo que queremos contar, pero es que el lector tiene que saber qué está leyendo, hay que volver a enseñar eso. Evidentemente, luego los periódicos tienen su línea editorial, eso está ahí. 

P: Ha hecho prensa escrita, gabinetes, televisión, ¿con qué se queda?

R: Me encanta el gabinete de comunicación porque me da la posibilidad de determinar qué se debe de comunicar, hay que saber dar la información y saber aceptar las críticas. Cuando estás en una institución recibes palmadas en la espalda y críticas, hay que saber absorber esa reacción y transformarla. Sin embargo, en la última etapa he hecho televisión, algo que no me esperaba porque siempre me he aferrado al periodismo escrito, pero he descubierto que es algo que me encanta porque te sigue dando la oportunidad de acercarme a la espontaneidad de la gente en el momento de contar sus historias. 

P: Habla muchos de los gabinetes, ¿nos estamos dejando llevar por esa información que no deja de ser parcial?

R: Es verdad que cuando todo el mundo se ha aferrado a la comunicación institucional el trabajo del periodista tiene que estar ahí y es complicado porque la crisis ha conllevado la reducción de las redacciones. También digo que cuando yo trabajo en un gabinete quiero que el periodista venga y me pregunte por temas que les interesen, no solo por la información que les proporciono. El periodista tiene que reclamar más información, ese es el fin del periodismo. Está bien que existan notas de prensa, pero está mejor que haya periodistas que sean capaces de transformar esa nota de prensa o a través de las mismas generar otra información.