Dos Torres no ha tenido unos días de feria en honor a San Roque como los conocidos antes de que la pandemia del coronavirus viniera a acabar con todo atisbo de normalidad, pero la localidad usía ha intentado mantener vivo el ambiente que cada verano durante estos días se respira en el pueblo. Un ambiente de colectividad que se vive, año tras año, en una de las tradiciones más arraigadas entre la ciudadanía usía, la realización de las alfombras de sal que decoran la Plaza de la Villa y la calle San Roque y donde se unen la creatividad, las ganas de compartir en torno a una tradición del territorio, y el deseo de agradar con la creación de alfombras que, posteriormente, serán el foco de los objetivos de móviles y cámara fotográficas. Eso sí, este año las alfombras no sirvieron para que el patrón del municipio “camine” sobre ellas, ya que la situación sanitaria obligó a la suspensión de la procesión que finaliza cada año con San Roque en su ermita después de haber paseado por cada una de las alfombras realizadas en su honor.

No pudo, por tanto, la ciudadanía de Dos Torres festejar a su patrón como marca la tradición, pero la realización de las alfombras de sal sí demostró esas ganas de volver a vivir momentos que identifican a un pueblo. En este sentido, el número de alfombras creció con respecto al año pasado y fueron diez las creaciones expuestas sobre las calles de la localidad. Alfombras realizadas con los mil kilos de sal distribuidos desde el Ayuntamiento del municipio y que fueron repartidos por los diferentes grupos formados que se pusieron manos a la obra a primera hora de la mañana para evitar, de esta forma, las horas con temperaturas más altas. Porque eso sí, la tradición tuvo que capear con los casi cuarenta grados que se registraron ayer en la localidad usía y que dieron continuidad a jornadas muy calurosas.

Sin embargo, eso no evitó que hubiera mucho ambiente y jóvenes y mayores se pusieran sus mascarillas, sus guantes y, principalmente, manos a las obras. Como la realidad manda, en la temática de las alfombras volvió a aparecer el coronavirus con representación gráfica, pero también ensalzando la labor de los sanitarios. Hubo, en esta senda, alfombras también con mensajes como la que dejó claro que para conseguir el “game over” contra el virus la solución pasa por la vacuna, ¡Vacúnate!, podía leerse en una de las elaboraciones. Alfombras florales y elementos ornamentales aparecieron en el paisaje, pero también muchas alfombras con claras referencias al componente religioso de esta tradición. La combinación de propuestas se cerró con claras alusiones a otras actividades o tradiciones de la localidad, que ayer dio por finiquitada una semana diferente y adaptada a lo que la situación sanitaria permite. Aunque probablemente la alfombra más llamativa fue la que se hizo en la Plaza de la Villa, cuyo suelo acogió un sinfín de espectaculares farolillos que reflejaron, cada uno de ellos, imágenes identificativas de Dos Torres: los encierros, la banda de música, las mallorets o el propio patrón.

El color se impuso, por tanto, en una localidad que hace suya cada alfombra, pero también todos aquellos vecinos que en estos días se acerca a Dos Torres para formar parte, un año más, de las fiestas en honor de San Roque. Además, quienes disfrutaron de cada una de estas propuestas también pudo hacerlo de un paseo por una localidad que respondió a la llamada para engalanar calles y fachadas para dar un ambiente algo más festivo al municipio. “Este año ha habido mucho ambiente, no ha habido feria normal, pero las actividades programadas han tenido gran aceptación y la gente ha participado”, explicó el concejal Carlos Moreno. La tarde finalizó con una eucaristía a las ocho de la tarde, después de la Solemne Eucaristía que hubo por la mañana, y tras la misa vespertina el patrón, San Roque, salió a la puerta de la iglesia para que todos los fieles pudieran verlo. La música de la Banda Sinfónica de Dos Torres puso la música, que se extendió minutos después en el pasacalles protagonizado por los músicos.