El Balonmano Pozoblanco iniciará en 48 horas su caminar en la División de Honor Plata Masculina. Y lo hará con un grupo joven de jugadores que tienen la ilusión de mejorar las prestaciones del año pasado, en el que ya fue muy meritoria su labor para salvar honrosamente la categoría, a diferencia de hace dos ejercicios.

Una de las caras nuevas en el equipo es Antonio Carreño, cancerbero llegado del Ángel Ximénez. «A pesar de la plantilla que somos, que estamos un poco limitados de gente y demás, nuestro entrenador nos ha puesto físicamente muy bien. Hemos creado ilusión en la gente de Pozoblanco y aunque empecemos fuera vamos con muchísimas ganas de dar la campanada».

El debut desde luego no será fácil, porque Teucro es uno de los equipos llamados a estar arriba. «Es un partido complicado e importante pese a ser la primera jornada. Creo que con el trabajo que hemos realizado todo el mes de agosto es posible jugar bien nuestras fichas e intentar llevárnoslo».

Para ello, habrá que intentar estar metidos en el encuentro hasta el tramo final. «Es un viaje muy largo y el primer objetivo, además de no tener ningún tipo de lesión, es llegar lo más descansados posible para estar todos a tope. Tendremos que empezar muy concentrados desde el principio y, quién sabe, si llevamos todo el partido peleado y estamos ahí, a lo mejor al final podemos dar la sorpresa».

«Siento como si hubiera vuelto a mi segunda casa»

En lo personal, el meta está muy agradecido al club por la confianza depositada en él. «Si me sincero, estoy muy a gusto. Vengo de un sitio donde se siente el balonmano, pero aquí siento como si hubiera vuelto a mi segunda casa. La gente en general y mis compañeros en particular me han arropado mucho, y el entrenador confía en mi. Me gustaría dar las gracias tanto al presidente, Alfonso, como a la directiva, con Pedro, como a mi entrenador, por confiar en mí. Si no es por ellos no tendría esta oportunidad y estaría en mi casa, no disfrutando del balonmano y de este equipo».

Carreño está esperanzado en vivir un gran año y llevar al Pozoblanco a hacer disfrutar a su hinchada. «El primer objetivo que tenemos es salvarnos, por supuesto, pero no voy a negar que por lo menos en casa todo es posible. Nuestro pabellón debe ser nuestro fortín y aspirar a sacarlo todo en casa. Así será más fácil conseguir nuestros objetivos».