El partido frente al Ciudad de Lucena sigue dando de qué hablar en Pozoblanco y no precisamente por el resultado. Más allá de la derrota, la entidad pozoalbense ha mostrado su «malestar» por las decisiones arbitrales que dejaron al equipo con dos jugadores menos a los doce minutos de juego. El club apelará ante el comité para evitar que sus jugadores no sean sancionados aportando los vídeos de las dos acciones. 

En lo que respecta al comunicado, la entidad quiere «expresar públicamente su descontento porque, una vez más, se ha visto afectada por razones ajenas al propio juego». Además, se detalla que la jugada que acabó con Fran Gómez expulsado provocó al jugador una fractura costal que le llevó al Hospital. Respecto a la acción donde Ángel García vio la roja directa, la entidad apela a que «el jugador del Ciudad de Lucena, antes de incorporarse al terreno de juego, recibe el visto bueno del árbitro por un golpe en la parte trasera de la cabeza, cuando de haber impactado, las imágenes demuestran que sería en la parte frontal además de venir precedida de un agarrón a un jugador de nuestro equipo». 

El club se queja, igualmente, de haber visto cuatro tarjetas amarillas por protestas en ese mismo espacio de tiempo que son fruto de «la impotencia que sienten nuestros jugadores ante decisiones injustas y que tiraban por tierra el trabajo de la semana». «El club siempre ha sido y será absolutamente respetuoso con el colectivo arbitral, pero no podemos compartir muchas de las decisiones en relación  a las tarjetas recibidas por nuestros jugadores a lo largo de esta temporada», especifica el comunicado. 

Finalmente, el Pozoblanco muestra confianza en que el comité correspondiente «valore las acciones y actúe en favor de la justicia deportiva que ayer no tuvimos».