Quince años en la directiva del Club Deportivo Pozoblanco, cuatro como secretario de una junta presidida por Juan Dueñas, y once siendo la máxima autoridad de la entidad parecen haber sido suficientes para que José Antonio Bravo dimita por «motivos personales» y deje la presidencia del club. Se va después de tres lustros donde ha vivido de todo: época de esplendor económico, fases de ascenso, descenso y una crisis que provocó los momentos más duros que ha tenido que vivir. No se esconde y reconoce que las vicisitudes económicas han protagonizado sus peores momentos, por encima del descenso a Primera Andaluza. Se marcha emocionado acordándose de quienes han estado a su lado en este periplo, mirando lo positivo, pero también se atisba cierto matiz de desencanto. Quizás por el tiempo o quizás por las dificultades. Ahora toca un relevo donde la cuestión económica no será un problema, deuda saldada.

Pregunta: ¿Por qué dimite a falta de una temporada de finalizar el que sería su cuarto mandato?

Respuesta: Es una decisión que ya tenía tomada en septiembre. Siempre hemos dicho que el día que tuviéramos las cuentas saneadas aprovecharíamos para irnos, estábamos tan sólo por ese motivo. Son muchos años, ves que has tenido de todo y los alicientes son ya los mínimos. Lo ideal es que el equipo hubiera ascendido y haber dejado al equipo en Tercera, pero entendía que lo mejor es que entrara gente nueva porque son ya quince años aquí.

P: ¿Ha habido algún detonante que le haya conducido a tomar esta decisión?

R: Realmente no. Están las dificultades que hay a nivel del fútbol aficionado pero eso es algo que conocemos y que se agrava año tras año. Las circunstancias que me han motivado son las que he expuesto anteriormente. A raíz de comunicarlo sí es cierto que nos planteamos diferentes posibilidades para terminar el mandato pero vimos que lo más interesante para el club es que se buscaran nuevas iniciativas.

P: ¿En qué condiciones deja el club?

R: La nueva junta directiva va a asumir la deuda que vaya generando, no las anteriores. Ese no va a ser un problema, es lo que nos ha movido para estar tantos años y creo que es algo que se valorará con el tiempo. Rivales nuestros como el Villanueva o el Lucena, por ejemplo, son equipos que desaparecieron y nosotros hicimos todo el esfuerzo necesario para que eso no ocurriera. Creo que es algo que se valorará con el tiempo.

P: Habla de valorar lo que se ha hecho, ¿se va en ese sentido descontento?

R: Si te soy sincero hace tiempo que ni leo ni oigo medios de comunicación. Hay veces que cuando conocer lo que pasa te duele pero no ha sido nunca un motivo para dar este paso. En el momento que entras aquí sabes cómo funciona esto.

P: ¿Ha hablado con alguien que pueda asumir la presidencia a partir de ahora?

R: La verdad es que no, quizás es pronto. No tengo noticia de que haya algo.

P: Decía antes que no había dejado el equipo en Tercera, hubo una parte de la temporada que se soñó con ello. 

R: Cuando se confeccionó la plantilla se generaron expectativas interesantes, pero no era el objetivo. Es cierto que se generaron ciertas esperanzas más aún cuando se dieron una serie de resultados que nos hicieron estar arriba. Qué es lo que ha pasado, pues no lo sé. La regularidad es lo que cuenta y ha habido equipos mejores que nosotros. Lo ideal es habernos ido con el equipo en Tercera pero también te digo que a nivel de asistencia de público y la exigencia, la presión que puedas recibir es mínima, las cosas como son. Es una situación dolorosa el hecho de que veas tan poca gente en el campo. Las imágenes que se dieron en Puente Genil son impensables, a la gente le da igual.

P: ¿Ha hecho autocrítica de esa situación?

R: Autocrítica siempre haces. Las taquillas que se hacen no dan ni para pagar el arbitraje. Tenemos un equipo que tiene una serie de inconvenientes, nos cuesta trabajo hasta que los juveniles vayan con el primer equipo, antes te llamaban siendo juvenil y no dormías esa noche, ahora te llama y no vas. ¿Cuál es la solución? Pues no lo sé.

P: Echando la vista atrás, ¿cómo se suma al proyecto del Club Deportivo Pozoblanco? ¿Ha cambiado mucho la situación en estos años?

R: Conocía muy levemente a Juan Dueñas y le dije un día que me había enterado que iba de presidente y me dijo, «y tú de secretario». Así empecé, por curiosidad, como empiezan las cosas.

¿Que si han cambiado las cosas? Muchísimo, como del día a la noche. Ha cambiado el tema de las subvenciones, ha cambiado que realmente ante la gente estaba más dispuesta por temas económicos. Ahora el que ha salido bien de la crisis mira con recelos este tema y el que no ha salido bien pues no puede. Llevamos ocho años sin un patrocinador oficial como fue Prasa, que algún día se valorará también lo que ha hecho por el deporte de Pozoblanco, y eso se nota, son cantidades importantes. Ha cambiado todo. No se puede cobrar dos días antes de que se termine la temporada. Y luego hay una cosa muy importante y es que nos hemos comido toda la crisis, se empezó gastando un dinero que pensamos que se podía recuperar y cuando quisimos no se pudo. Aguantamos el chaparrón viviendo dos años horribles que no se los deseo a nadie, me daba igual que el club ganara o perdiera porque teníamos otros frentes abiertos.

P: ¿Qué ha sido lo mejor de estos años?

R: La fase de ascenso a Segunda B, es lo poco en lo que se disfruta.

P: ¿Y lo peor?

R: Esos dos años que he dicho, mucho peores que el descenso.