Ayer tuvo lugar la primera reunión de la comisión que asesorará al Ayuntamiento de Córdoba en los ámbitos jurídico, patrimonial y académico para lograr que la Mezquita-Catedral vuelva a tener titularidad pública. Una comisión de la que forma parte el pozoalbense Juan Bautista Carpio. Presidida por el ex director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, la comisión cuenta también con las aportaciones del especialista en Historia Medieval, Alejandro García Sanjuán, y la exministra socialista y catedrática de Derecho Constitucional, Carmen Calvo.

La comisión fue presentada por al alcaldesa de la capital, Isabel Ambrosio, que destacó que Juan Bautista Carpio se suma al proyecto dado que «es historiador medieval y su tesis de doctorado versó sobre «La tierra de Córdoba y el dominio jurisdiccional de la ciudad durante la Baja Edad Media». Ambrosio agradeció a todos los miembros de la comisión «su disponibilidad para aceptar una tarea que por su complejidad y trascendencia precisa de una enorme solvencia y prestigio». El informe final de la comisión no será vinculante pero sí será tenido en cuenta.

Por su parte, el ex director general de la Unesco Federico Mayor Zaragoza consideró «coherente» presidir esta comisión después de que él promovió en 1984 desde la Unesco la declaración como Patrimonio de la Humanidad de la Mezquita-Catedral, que es símbolo de «solidaridad», razón por la que él no buscará el enfrentamiento, pues defiende la resolución de problemas desde la «cultura de paz», aunque le hayan parecido «desafortunadas» las declaraciones el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, quien ha subrayado que el templo nunca ha sido un bien público y pertenece a la Iglesia Católica desde 1236.

Ante ello, Mayor Zaragoza indicó que entre el siglo XIII y hasta la inmatriculación de la Mezquita-Catedral por la Iglesia en 2006 «no hubo nunca problema, y el problema se crea, precisamente», con la inmatriculación del monumento por la Iglesia, en base a una fórmula legal que es «inconstitucional».