Insistieron en el número 13, una terminación que no había tocado nunca en la lotería de Navidad. Hasta hoy. El trece ha dejado 400.000 euros en Pozoblanco, concretamente a dos afortunados que compartían un décimo, Pili Acaíñas y Juan Carlos Risquez. La suerte ha sido compartida en Pedroche donde Juan Carlos regenta una panadería junto a su mujer, la gran artífice de este premio ya que ella fue la que compró el décimo en Madrid. Sólo uno, el de los afortunados.

Sin poder creérselo aún, el abrazo entre los tres ha sido muy emotivo. La insistencia en conseguir y apostar por el número 13 ha valido la pena. Familiares y amigos le han acompañado desde que salió El Gordo, se han asegurado entre nervios que el número era el correcto y han brindado por la suerte. La confusión también ha llevado a algunos familiares a dejar el premio en 20.000 euros, pero no, se repartirán 400.000 euros. Aunque la vida seguirá igual, «mañana iré a trabajar aunque lo haré más feliz», explica Risquez.

Atendiendo a llamadas de teléfono, recibiendo felicitaciones y contando las sensaciones ha transcurrido el tiempo desde que se dieron cuenta que tenían el 66.513. El décimo lo tenía ella, que rápidamente llamó a su compañero que ya le había escrito diciendo «tenemos el 13, ¿cuánto nos ha tocado?». De ahí hasta los 400.000 euros todo un camino. No han tenido tiempo ni en pensar qué harán aunque algunas ideas se cuelan y se oye decir «ya tenemos el dinero para la universidad de nuestros hijos».

La suerte ha sonreído algo en la comarca de Los Pedroches. La alegría era extensible a quienes coincidían con los afortunados, al fin y al cabo, las imágenes que año tras año vemos por televisión hoy eran algo más cercanas.