Dicen, y digo dicen porque se ha desvirtuando tanto que es para ponerlo en duda, que la política está para resolver problemas. En apenas seis meses de gestión, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Pozoblanco ha resuelto uno, y de envergadura. Desde 2009, y ya había pasado con anterioridad, la Policía Local andaba reivindicando la firma del convenio colectivo y mejoras laborales que ayer se rubricaron en un documento que estará vigente hasta 2019. Nombro a la Policía Local porque a pesar de que el convenio afecta a todo el personal funcionario, lo cierto es que pocos han apoyado de forma visible esta reivindicación y un dato más, lo tres representantes sindicales son Policías.

Pero lejos de los detalles de un convenio que habrá que valorar cuando se conozca el articulado íntegro, algo que nos han prometido para los próximos días, está claro que este es el primer gran hito de la gestión del binomio PP-Pe+, entiendo la gestión como la capacidad de manejar o conducir una situación problemática. Gracias a la «voluntad» de la dos partes, a la apuesta por el diálogo ya no habrá inauguraciones donde la Policía Local se cuele en las fotos exigiendo que se les reconozca parte de sus derechos, ni más pitos, ni más escenas en los plenos, esa imagen de Pozoblanco parece relegada al pasado.

La gestión de un equipo de gobierno no puede o no debe valorarse, si se tiene altura de miras, por ir cumpliendo con el día a día, por montar una u otra actividad, por tan sólo reducir la crispación. Hay que exigirle a los políticos que amorticen su sueldo y que resuelvan los problemas de una localidad, además de no crearlos, y en este capítulo el actual equipo de gobierno ha conseguido dar un paso adelante. Le resta mucho por delante en materia de personal como elaborar la famosa Relación de Puestos de Trabajo (RPT), un compromiso adquirido para el primer semestre de 2016, al menos su inicio. Le queda optimizar los recursos del Ayuntamiento y también acabar con la subjetividad en materia laboral. Pero lo que queda por recorrer no puede ocultar lo logrado, no sería justo.