Más de medio centenar de personas acudieron en la jornada del domingo a la chocolatada reivindicativa organizada por la Asociación Piedra y Cal en el entorno de la Guizuela. La Asociación, que viene defendiendo el patrimonio histórico de la localidad, reivindicó una vez más la conservación y el mantenimiento de las fuentes públicas del extrarradio de Pozoblanco como la mencionada con anterioridad y la del Pilar Nuevo y el Algarrobillo. La cita contó con la presencia de algunos concejales del equipo de gobierno entre los que se encontraba el alcalde, Emiliano Pozuelo, que indicó que se estudiarán las fórmulas para cumplir con las demandas y reivindicaciones.

Durante el acto, miembros de la Asociación leyeron un manifiesto en el que expusieron que «la Guizuela se encuentra actualmente en un lamentable estado de abandono y deterioro», una situación que Piedra y Cal ya ha denunciado a través de los medios de los que dispone. El manifiesto recogió que «aunque se realizaron algunas actuaciones de limpieza y arreglo de desagües, lamentablemente, el estado del lugar, en general, sigue estando muy deteriorado».

«La Guizuela es un paraje muy significativo, forma parte de nuestro patrimonio histórico y por ello de nuestro pasado. Posee un valor paisajístico, pintoresco, didáctico, social, popular y recreativo», prosiguió la lectura que también reivindicó la figura de este tipo de fuentes como parte de una arquitectura del agua, de un patrimonio hidráulico casi desconocido en la actualidad. «No se puede considerar fuente monumental, pero este coqueto manantial sirvió para aprovisionamiento y consumo de agua a los vecinos, de abrevadero para sus animales o de lavandero doméstico, funciones y usos del pasado que la convierten en merecedora de ser protegida y conservada para el futuro», se apuntó.

Recuperación de la vía verde

La reivindicación de la recuperación de la Guizuela, en las inmediaciones de las antiguas vías del ferrocarril, también sirvió para que Piedra y Cal pidiera «recupera la vía del tren, por suerte aún propiedad del Ayuntamiento, diseñando un recorrido que, comenzando en la zona de el Torilejo, continuando en la ermita de San Antonio y a través de las distintas casetas del tren que aún quedan en pie, enlace con el trazado vial que Añora está recuperando».

Por todo ello, la Asociación para la conservación del patrimonio histórico alzó su voz para que «se limpie, adecente y recupere las fuentes de la Guizuela, el Pilar Nuevo y el Algarrobillo; se asegure su conservación con los necesarios trabajos de mantenimiento; se ajardine la zona y se proyecte una vía verde a través del trazado de la antigua vía del ferrocarril hasta enlazar con la de Añora».