La propuesta del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Pozoblanco de separación del municipio de la Mancomunidad prosperó, como era de esperar, con los votos a favor de quien gobierna en el Consistorio pozoalbense (PP y Pe+). Del otro lado, los tres grupos de la oposición -PSOE, CDeI y Cambiemos- mostraron su disconformidad en el pleno sobre el paso dado y apostaron por encontrar vías de «reformulación» y de cambio desde dentro antes de decir adiós a la Mancomunidad. Con todo, alguna puerta se dejó entreabierta cuando el alcalde, Emiliano Pozuelo, apuntó que la decisión es firme a no ser que «en seis meses haya un plan» y objetivos comunes. Y es que la marcha del municipio tiene que ser comunicada con una antelación de seis meses, según los estatutos, por lo que será en octubre cuando la salida se haga efectiva.

Los dos partidos en el equipo de gobierno defendieron la inexistencia de proyectos comunes que desde hace algunos años pesa como una losa sobre la Mancomunidad y reiteraron la aportación económica que se hace para «atajar el gasto corriente, todo es para mantenimiento», según apuntó la portavoz de Pe+, Rosario Rossi. En esta ocasión la postura de los populares fue defendida por Eduardo Lucena que negó que el equipo de gobierno no hiciera comarca y criticó a una entidad a nivel turístico que «no tiene estructura, no hay marca Los Pedroches y la Mancomunidad ni existe ni va existir».

Del lado contrario aparecieron los argumentos que optaban por seguir y los tres portavoces de la oposición pusieron en entredicho la coherencia entre hacer comarca, algo muy presente en el discurso del equipo de gobierno, y la decisión adoptada. Así, el portavoz de Cambiemos, José María Moyano, pidió «hacer propuestas y mejorar la Mancomunidad, pero no hacerla desaparecer. ¿Queremos solamente lo bueno?». Antonio López (CDeI) abogó por su parte al concepto de «solidaridad» entre los municipios y pidió que en el seno de la Junta de Mancomunidad «se proponga la creación de una comisión para que se reconfiguren los estatutos y evitar que sea un órgano de poder político».

Por último, la concejala socialista, Auxiliadora Pozuelo, puso encima de la mesa algunas de las cifras aportadas por la Mancomunidad sobre la influencia económica directa en Pozoblanco y también de manera indirecta. Pozuelo se sumó a las voces que piden un cambio pero se aferró a la «unidad» para hacer frente al futuro. Cerró el debate el primer edil que recordó el discurso que ofreció durante el pleno de constitución de la Mancomunidad y donde ya dejó entrever que de no haber cambios Pozoblanco podría tomar la decisión que hoy ya es una realidad.

Ahora queda ver si alguien recoge el guante y antes de que se cumplan estos seis meses se impone el trabajo conjunto o de lo contrario, la marcha de Pozoblaco marca el camino a otros muchos municipios cuyos responsables políticos ya han dejado claras sus intenciones al respecto en más de una ocasión.