La marcha del delantero Antonio Sancho del Club Deportivo Pozoblanco no ha sentado nada bien al técnico del equipo, Rafa Carrasco, que cuando fue preguntado por esta cuestión mostró su sorpresa ante una decisión que «no me esperaba». El entrenador se mostró duro y contundente aunque dejó las puertas abiertas al jugador entendiendo que «ha podido ser un calentón». Sin embargo, lo tiene más que claro y si de él dependiera «no le daría la carta de libertad».

«No puedo valorar la decisión, que la valore él que es quien la ha tomado», explicó Carrasco que prosiguió indicando que «no la esperaba porque cuando pasó lo de Ángel -en referencia a la marcha del portero Ángel Arévalo– reuní a toda la plantilla y dije que si había alguien desconforme que se levantara y se fuera en ese momento. Nadie se levantó». Un hecho que le permite a Carrasco afirmar que «nosotros no le vamos a dar la carta de libertad a nadie porque el jugador nos ha mentido, si él se hubiera levantado y se hubiera ido pues no pasa nada, pero no lo hizo».

El entrenador, que se mostró visiblemente molesto, espetó que «dónde vamos nosotros a firmar jugadores, el club está por encima de muchas cosas». En su discurso se acordó de aquellos que vienen jugando pocos minutos y «han salido de titulares y han marcado, eso es lo que tienen que aprender los jugadores. El benjamín, el alevín o el cadete ya se acabó, el ganar 18-0 y sacar un equipo en la primera parte y otro en la segunda, se acabó. Ahora hay que ganar, hay que competir y el entrenador intenta sacar a los que mejor compiten y la única forma de darle la vuelta a esa situación es la de trabajar más que nadie y cuando tengas una opción dar el máximo».

El club por encima de todo

Fue en este momento de su discurso cuando Carrasco tiró de la historia del club y argumentó que «le pregunte a los Moreno, Redondo, Márquez, Juanele, que se lo pregunte a esos que le van a contestar cómo se gana el puesto en un campo y como ellos jugaban antes que gente de Córdoba, ellos lo saben muy bien». «Me ha sentado mal porque entiendo que tenga una pataleta porque eso nos ha pasado a todos, pero sin venir a hablar conmigo cuando yo lo he explicado lo que me tiene que dar si quiere funcionar. El año pasado tuvo una lesión grave y de eso te resientes, es un jugador eléctrico, su fuerte es la velocidad y eso lo ha perdido un poco y es normal porque cuando tienes una lesión tan grave te cuidas».

El preparador volvió a defender la necesidad de competir al máximo nivel y dejar atrás las categorías inferiores porque «aquí ya no están los padres de alevines y benjamines que tienes que sacar a sus niños porque si no no ponen el dinero, por eso no entreno yo en esas categorías». «Yo me visto en un vestuario donde tengo una foto y estábamos hablando de una Tercera donde estaba el Sevilla Atlético, el Betis B, el Zafra, el Badajoz y seis o siete jugadores del pueblo y ¿creéis que los ponían titulares porque eran del pueblo?», apostilló.

«No se está valorando el trabajo que estamos haciendo, estamos tirando por tierra muchas cosas. Han jugado -en referencia al partido ante el San José- quince jugadores que se han dejado el alma y unos son de Córdoba y otros de Pozoblanco, lo que hay que tener es identificación con el club que está pagando», argumentó. Y aquí Carrasco tiró otra vez de personalidad y de su forma de entender el fútbol y la vida para explicar que «yo he jugado en Segunda División y luego en Tercera, cobrando lo que tuviera que cobrar, y mi actitud ha sido la misma, dar lo máximo porque cuando uno cobra un euro es ya un profesional del fútbol y se tiene que comportar como tal».

Además, el técnico recordó también la situación por la que atraviesan jugadores como Alberto Fernández que «fue titular prácticamente toda la temporada pasada y ahora cuando sale lo intenta hacer lo mejor posible, no se ha ido, compite en los entrenamientos porque es la única manera de hacer las cosas, lo demás es mentira». Así, el entrenador negó que haya mal ambiente en el equipo y se quejó porque es la tercera marcha que sufre el conjunto, tras la de Antonio Carlos y Ángel Arévalo. Por ello, también se acordó de Miguel Ruiz, un jugador con el que contaba pero que decidió no seguir ante la posible falta de minutos, asegurando que «me dolió porque creo que es un jugador que puede progresar pero lo acepté porque lo dijo antes, pero ¿en mitad de la temporada? Me parece muy bien que se vaya, pero se van a su casa, ese es mi punto de vista porque lo he hablado con ellos».

«Pataleta» y puertas abiertas

Rafa Carrasco no se cerró a entender que el jugador quiera disponer de más minutos pero siguió en sus trece de no entender la decisión alegando que «entonces al Pozoblanco lo quiero yo más que él, no son correctas la formas». Y es que el técnico echó en falta una conversación previa entre los dos y recordó que «el año pasado se lesionó en diciembre y el club no le dijo vete a tu casa, todo lo contrario. Cuando pudimos le metimos para jugar, para darle un premio, que se creciera un poco».

Con todo, el técnico dejó las puertas abiertas al jugador y no rehusó a declarar que «creo sinceramente que nos puede dar mucho. Es un buen chaval, es muy noble, no tiene maldad y creo sinceramente que es un calentón o que está mal aconsejado». «Vamos a dejar que pase la semana porque creo que es un jugador que puede ser bueno para nosotros, tiene cosas muy buenas pero tiene que explotarlas», sentenció.