El sábado, a las 20:30 horas dará comienzo un nuevo pregón de la Semana Santa de Pozoblanco. Sobre las tablas del Teatro «El Silo» estará alguien que las pisa muy a menudo, aunque con su cámara en mano y siendo protagonista de todo lo que sucede, un protagonista silencioso que luego ayuda a contar lo que allí, y en muchos otros sitios, sucede. Rafael Sánchez Ruiz dejará su faceta de fotógrafo -aunque las imágenes estarán muy presentes- para ejercer la tarea que la Agrupación de Cofradías y Hermandades le encomendó, la de pregonero. Le restan poco más de veinticuatro horas para afrontar el reto y decir todo aquello que quiere sobre un mundo al que pertenece por creencia, vocación y tradición familiar.

Pregunta: ¿Qué fue lo primero que pensó cuando le dijeron que había sido designado pregonero?

Respuesta: Por el horario que era podía imaginar de lo que se trataba, pero me llevé una sorpresa, me quedé planchado. Sobre todo sentí una sensación de sorpresa porque pienso que no estoy a la altura de las personas que se suelen subir a dar un pregón, con un nivel más alto que el que yo creo tener. Después dejé el teléfono, miré a Begoña -su mujer- y me hizo ver que es un reconocimiento al trabajo y por ahí me lo he tomado.

P: ¿Se ha arrepentido alguna vez de haber aceptado?

R: Hay momentos, como en todo, en los que te cuesta más trabajo. No es que me haya arrepentido, es que lo ves más difícil y piensas que no estás a la altura, que no voy a estar a la altura de las personas que me han precedido. Sin embargo, aparco esos miedos y pienso que se puede hacer otro tipo de pregón y lanzar un mensaje con las herramientas que yo manejo como puede ser la imagen y que es diferente a lo que habitualmente se hace y así lo he planteado.

P: Repite lo de estar a la altura, algo que me ha reiterado en varias ocasiones durante estos días. ¿A la altura de qué?

R: Son miedos e inseguridades. Pienso en otros pregones que me encantaron como el de Antonio Garrido o el del año pasado con un guión totalmente diferente enfocado al teatro y que desde el punto de vista literario están muy por encima de lo que yo pueda crear. Qué puedo tener yo, pues el conocimiento de la Semana Santa y la imagen. rafa

P: Ha estado y está vinculado a algunas cofradías de la localidad y su trabajo en Semana Santa es incuestionable desde el punto de vista profesional, ¿por cuál de las dos facetas cree que le han designado pregonero?

R: Yo creo que viene más por la profesión, porque nos toca trabajar y lamentablemente las cofradías se dan cuenta de lo cerca que estamos los años que llueve, pero estamos muy cerca. Nuestro trabajo gráfico está muy demandando y yo empecé a trabajar con las hermandades en el año 1992, quizás por ahí tenga más mérito. Por el hecho de ser costalero o haber sido presidente no creo porque como yo hay cientos de personas en Pozoblanco.

P: ¿Se va a limitar a ensalzar en su pregón o también va a analizar una Semana Santa que conoce muy bien?

R: Mi pregón no tiene nada que ver con ensalzar, todo lo contrario. Si se ensalza es a través de la reflexión, un camino poco recorrido hasta el momento. Voy a contar vivencias y reflexionar sobre mi experiencia laboral y cofrade, es otra fórmula distinta y estoy convencido de que la gente, por lo menos, se va a llevar la reflexión.

P: Por lo que le conozco y por lo que hablamos, sé que tiene una idea de la Semana Santa muy clara, que comparte con un círculo muy concreto pero que también es mirado con recelo por otra gente. ¿Está preparado para que su pregón y lo que diga guste y disguste a partes iguales?

R: La verdad es que es complicado gustarle a todo el mundo. No soy una persona de medias tintas, tengo unas ideas muy claras, que no voy a defender sino a exponer. No quiero que mi mensaje esté por encima del de nadie. Mi pregón está hecho para hacer pensar a unos y a otros y no para gustar o dejar de gustar.

P: No hay que imaginar mucho para pensar que las imágenes serán claves en su pregón, ¿no?

R: Más de lo que tenía pensado en un principio. Hay partes en las que no habrá imágenes, pero evidentemente tienen que tener fuerza. Lo digo siempre, no soy un buen comunicador con la palabra, prefiero la imagen porque es con lo que más a gusto me siento. Además, habrá imágenes muy distintas a las que la gente está acostumbrada, me gusta que cuenten historias. Curiosamente, esa es la parte que más me está costando, más que la parte escrita.

P: ¿Cuánto habrá en su pregón del Rafa más íntimo, de esas raíces de tu fe?

R: Tiene bastante, pero entre líneas, no será de una forma directa. Si algo aprendí del 2011 es que no quería repetir la fórmula por eso va más entre líneas. Quien tenga un trato muy estrecho conmigo va a saber leer esos trazos que vienen de mi familia.

P: Este no será el primer pregón de la Cuaresma porque llevamos un año donde se pregona al costalero, a la juventud, a casi todo, ¿no se ha desvirtuado este tema?

R: Es cierto. Creo que todo viene de una Agrupación de Cofradías un poco permisiva y cuando hablo de la Agrupación no me refiero a las personas que la componen, sino a la unión de las hermandades. No hay concepto de Agrupación que significaría que trabajemos todos juntos. Para mí lo ideal sería que se trabajara de manera conjunta, con un pregón costalero o de la juventud para todas pero gestionado desde la Agrupación. Hay que sentarse y hablar y ser más un colectivo. Es evidente que hay cofradías que son autosuficientes desde el punto de vista que tienen un apoyo social muy grande y otras que no lo son y necesitan de la unión. Esto se soluciona hablando, hablando mucho.

P: ¿Qué le falta a la Semana Santa de Pozoblanco?

R: Le falta afición, algo que confunde a mucha gente cuando lo digo, parece que está reñido con ser devoto. La Semana Santa es una gran afición, son compatibles ambas cosas. Puedes vivir tu devoción con afición o sin ella y cuando hablo de afición me refiero a la forma de vivirla, formando a los costaleros, a las juntas de gobierno, conociendo otras semanas santas para ver cómo se hacen las cosas. Disfrutar con esto. Para que la Semana Santa funcione tiene que haber mucha afición y lo digo sin miedo, a la Semana Santa de Pozoblanco le falta afición.

P: Está ya en la cuenta atrás, ¿cómo se encuentra?

R: Siento inquietud, no puedo dejar de pensar en esto. Tengo mi inseguridades, pensar si lo voy a hacer bien o no, pero confío. Estoy muy cerca de mi familia, de mis amigos y deseando que llegue el día.

P: Un día después de la que noticia de su nombramiento se conociera coincidimos en un acto y vi cómo la gente le felicitaba, ¿ese cariño ha seguido o está afrontando la recta final con algo más de soledad?

R: No es el mismo calor porque en aquel momento sentí mucho, pero me llegan muchos mensajes de la gente que me quiere. Quizás haya echado en falta a alguna cofradía, todas han estado correctas, pero unas más cercanas y otras menos. Pero estoy recibiendo mucho cariño.