Contra todo pronóstico, la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Jesús Resucitado y Nuestra Señora Santísima de Luna salió a la calle aunque acortando su recorrido y suprimiendo su paso por las calles León Herrero, Pozo Viejo, Tinte, Feria y Cronista Sepúlveda. Minutos antes de que dieran las 12 en punto de la mañana, un miembro de la Junta Gestora que dirige en la actualidad la Hermandad comunicaba la decisión tomada por la misma ya que según sus informaciones la probabilidad de lluvia era bastante alta a partir de las 14 horas. Por este motivo, además de la supresión de parte del recorrido, el caminar de la corporación sería algo más rápido de lo habitual.

Pozoblanco deseaba una Semana Santa plena, en la que todas las cofradías y hermandades salieran a la calle y eso se dejaba notar a las puertas de la parroquia Santa Catalina de Alejandría. Y además, había que sumar en en su corta vida, el año pasado la Hermandad se quedaba en casa también por motivos meteorológicos.

Lo que no se suprimían eran los dos momentos claves de la Hermandad en la calle. El primero en la unión de San Cayetano con Jesús. Bonito encuentro entre la Patrona y su hijo Resucitado bajo una lluvia de pétalos, observado por muchos pozoalbenses que no querían perderse el momento en el que la alegría vence la tristeza, escenificado en el cambio de manto de Nuestra Señora Santísima de Luna. Y el segundo instante clave que se respetaba era el de la bajada por Costanilla del Risquillo. Bajada complicada a la vez que hermosa y que tanto gusta.

La Hermandad de la Resurrección es la única en Pozoblanco que cuenta con tres pasos. El primero el de las tres Marías. María Magdalena, María de Betania y María Salomé tras los sones de la Agrupación Musical de Pedroche. Tras los nazarenos tan peculiares de túnica y capa blanca y celeste, el paso del Señor Resucitado acompañado musicalmente por la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Soledad. Por último, el templete de María Santísima de Luna y como última trabajadera, la trabajadera musical, la Sinfónica de Dos Torres.

Con la entrada de los tres pasos, acompañados por los repiques de las campanas de la torre de Santa Catalina, acababa una Semana de Pasión distinta, en la que todas las cofradías han podido realizar su estación de penitencia (salvo ésta) sin ningún tipo de amenaza de lluvia. Hacía mucho tiempo ya que no se disfrutaba de todos los pasos en la calle y podían vivirse tan intensamente estos días.