Adiós a los días de asueto para el Casa Rural Abuela Teo de fútbol sala que ayer vivió su primer entrenamiento de la pretemporada. Veinticuatro jugadores se pusieron a las órdenes del preparador físico, Álvaro Rubio, ante la ausencia de Juan Carlos Blanco por motivos personales para empezar a rodar y comenzar la lucha por las quince fichas que tramitará la entidad. La base del equipo será prácticamente la del año pasado, aunque han llegado refuerzos que lucharán por las plazas que aún quedan por cubrir.

De momento, el primer contacto fue «suave» ya que la intención del cuerpo técnico es «ver como se desenvuelven los jugadores con el balón e incrementando la intensidad con el paso de las semanas», apuntó Rubio. En cuanto a los refuerzos que busca el equipo, el preparador físico apuntó que hay que suplir las bajas de Manolín, Jesús agudo, Carlos Sánchez, Carlos Santos y Miguel Ángel Calero, los cinco jugadores que han causado baja por lo que la portería, el cierre y un hombre arriba se presumen como claves.

Y es que el objetivo del Pozoblanco Fútbol Sala es el de cuajar una temporada como la anterior, donde los pozoalbenses acabaron en tercera posición. Para ello, se ha diseñado una pretemporada de altura con enfrentamientos ante equipos de superior categoría como el Puertollano (5 de septiembre), el Montoro (12 de septiembre) y el Minuto 90 (19 de septiembre). No obstante, el inicio de los bolos veraniegos está por cerrarse y se quiere contar con el Villanueva de Córdoba para arrancar con los choque de pretemporada.

El cuerpo técnico pretende que el equipo llegue de la mejor manera posible a un inicio liguero que se presenta «complicado» y por eso «vamos a trabajar el aspecto físico para que los jugadores lleguen en unas condiciones óptimas, ya que técnicamente el equipo ha demostrado que tiene posibilidades». Son días, por tanto, para ver la evolución de los jugadores e ir encajando las piezas para que esta temporada también se convierta en una para enmarcar.