Llevo leyéndolo una semana, los siete días que han transcurrido desde que me hice con el ejemplar «Cuentos de Los Pedroches» de Juan Bosco Castilla, reeditado dieciséis años después gracias al trabajo conjunto con la web 17pueblos.es, en cuya tienda online pueden hacerse con este preciado ejemplar. La sala de lectura de la Biblioteca de Pozoblanco acogió hace siete días la presentación de unos cuentos que responden a un encargo que en un principio iba encaminado a convertirse en una recopilación de leyendas de la comarca de Los Pedroches. Tal y como explicó el autor, el proceso de investigación le puso ante una realidad que apenas mostraba leyendas y las que existían ya habían sido recogidas. El encargo de la Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno se tornó y Juan Bosco Castilla decidió rescatar los cuentos y chascarrillos recogidos y realizar una adaptación libre de cada uno de ellos.

La riqueza del libro «Cuento de Los Pedroches», más allá de la propia prosa de Juan Bosco Castilla, se encuentra en la oportunidad que se le ofrece al lector de poder conocer la procedencia del cuento que acaba de leer con la reproducción de la versión original reflejada por el autor. Historias recogidas en Torrecampo, Pedroche, Pozoblanco, El Viso, Dos Torres, Villanueva de Córdoba, Santa Eufemia, Villanueva del Duque, Villaralto o Hinojosa del Duque. Cuentos que ponen en valor esos otros contados y narrados de padres a hijos o de historias contadas en los pueblos.

A lo largo de los dieciocho cuentos que recoge el libro, Juan Bosco Castilla consigue en sus adaptaciones libres situarnos en el contexto territorial gracias a menciones específicas, pero también a la utilización de la gastronomía, los oficios o las formas específicas de hablar de la comarca de Los Pedroches. Todo ello con tramas muy sencillas que plantean temáticas como la avaricia, la ignorancia o simplemente el saber popular. Con personajes como la alcahueta, el párroco, la tartaja o el pastor, el lector se va introduciendo en una sencilla narración que te deja con ganas de más, aunque también de saborearlos poco a poco.