Pasó ya la Semana Santa y vuelve la normalidad a la División de Honor Plata Masculina en general y al Club Balonmano Pozoblanco en particular. Tras unos días de desconexión mental y recuperación física toca ponerse las pilas para un final de liga complicado, en el que la derrota de la última jornada antes del parón contra el Alcobendas ha restado opciones a los vallesanos de evitar el play-off.

Y es que con sólo tres jornadas por jugar hay un equipo condenado seguro a jugar el play-off, como es el caso del Construcciones Castro Balonmano Chapela, que con sus 16 puntos no puede salir de la decimocuarta posición que ocupa. La otra plaza parecía segura para el ARS Palma del Río y ojalá así sea, pero la pérdida de dos puntos por sanción al no desplazarse a Barcelona le ha dejado con sólo dos de margen con respecto al Ereintza, por lo que el concurso palmeño aún no es matemático.

Para la otra plaza, el único equipo que no depende de sí mismo es el Balonmano Pozoblanco, que tiene además algún factor en contra a considerar. Decimotercero con 23 puntos, afronta esta semana el derbi precisamente en Palma, que no será fácil pese al delicado momento físico y anímico de los de Alfonso del Pozo. Luego no puede fallar en casa contra el Go Fit Sinfín, pese a que los cántabros van a estar inmersos en la pelea por el play-off. Y el final de liga es de los más complicados posibles: visitar al Servigroup Benidorm, que se está jugando con Zamora y Alcobendas ascender de categoría y depende de sí mismo para conseguirlo. Queda la esperanza de que los alicantinos estén matemáticamente en Asobal entonces, lo que les haría afrontar el choque algo más relajados, aunque no parece fácil.

Lo de ser hinchas del Benidorm desde Pozoblanco arranca ya esta misma semana, porque el segundo clasificado de la liga recibe precisamente a uno de los rivales que tienen los vallesanos en esa carrera por evitar el play-off, el Torrelavega (undécimo con 25 puntos). Otro equipo que puede ser el mejor aliado de los vallesanos es el Teucro, que juega esta semana con Bordils, el otro gran implicado al ser duodécimo con 24 puntos, y la próxima jornada con Torrelavega. Los pontevedreses necesitan sumar como sea porque sólo tienen 26 puntos y además acaban la liga contra el Barcelona B, lo que siempre es un peligro.

Los averages, un problema

Ocurre sin embargo un hecho curioso. El cuadro gallego es, de los que están implicados en esa pelea, el único al que el Pozoblanco le tiene ganado el average (22-19 en la ida, 28-24 en la vuelta), ya que con Bordils (34-24 allí, 34-31 aquí) y Torrelavega (29-24 aquí, 31-25 allí) lo pierde. Los vallesanos también se lo ganan al Calmec Barakaldo (33-26 allí, 33-24 aquí), pero con sus 28 puntos ya parece complicado que los vascos se compliquen tanto la existencia, más aún teniendo al Chapela como rival esta semana. Así que no es fácil calibrar qué resultado le vendría mejor al Pozoblanco en los partidos del Teucro: si que gane o se salve o que pierda y se meta en el ajo con el average perdido.

Las opciones son muchas, pero si los vallesanos ganaran los dos próximos partidos, como tienen en sus cuentas, y perdieran en Benidorm, como acaso dicta la lógica, a Torrelavega le haría falta ganar sólo uno de sus duelos para salvarse (además de Benidorm y Teucro acaban en Zarautz), mientras el Bordils necesitaría tres puntos (tiene Teucro fuera, Zarautz en casa y Barakaldo fuera). El triple empate a 27 condena a Pozoblanco también, aunque hay posibilidad hasta de cuádruple con Teucro que dependería de los partidos que quedan por jugarse. Un final no apto para cardiacos pero con el margen de error de los de Miguel Ángel Moriano reducido al mínimo.