Poco a poco el deporte va recuperando el pulso y hoy miércoles le ha tocado al Pozoalbense Femenino volver al trabajo después de meses de parón obligado por el coronavirus. Después del cierre atípico de la temporada 2019-2020 llega el turno de abrir una nueva campaña que se presenta con las dudas que se derivan de la pandemia y que han alargado el inicio de la competición oficial, al menos, hasta el 18 de octubre. La Ciudad Deportiva del Recinto Ferial ha sido el escenario elegido para la vuelta a entrenamientos que se sucederán durante todos los días de la semana, aunque de momento habrá que esperar para ver al equipo en acción, tanto como la Federación tarde en autorizar los partidos amistosos. 

La expedición pozoalbense, cargada de internacionales, estuvo encabezada por el técnico, Manuel Fernández, que aprovechó los primeros minutos de trabajo para dejar claras las directrices y las premisas sobre las que girará su proyecto. Después, empezó el trabajo físico en una primera sesión de toma de contacto que sirvió para que las jugadoras también empezaran a conocerse. Diecisiete futbolistas han acudido a la primera sesión preparatoria a la que tan sólo han faltado Victoria Arévalo  por un problema con el reconocimiento médico, Ana Iglesias por motivos profesionales y las internacionales Karla Riley y las nigerianas Oluehi y Nwabuoku. La primera llegará mañana jueves desde Panamá, mientras que las jugadoras africanas se prevé que se incorporen la semana que viene. 

Tras el entrenamiento, el técnico de las pozoalbenses explicó que «he intentado transmitirles que somos un club humilde y que probablemente nos falten cosas, pero tenemos muchas otras». El entrenador se mostró igual de ambicioso que en campañas anteriores y aseguró que va a por todas, tanto que no dudó en afirmar que «para mí quedar terceras sería un fracaso». Está confiado de haber conformado un «gran bloque», aunque sigue esperando la incorporación de dos nuevos refuerzos, una delantera y una mediocentro. Jugadoras de talante ofensivo que el técnico ya tiene en su agenda, aunque falta el visto bueno de la directiva para cuadrar esas posibles incorporaciones. 

A pesar de que los entrenamientos estarán marcados por los protocolos y la pandemia, el técnico no tiene duda de que «la competición va a salir hacia delante, yo soy optimista, creo que no hay que tener miedo porque entonces habrá que sacar una vacuna para el miedo y eso va a ser más complicado». Con todo, la compleja situación no fue óbice para que la ilusión se marcara en el primer día de entrenamientos. Empieza el trabajo para el Pozoalbense.