La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Pozoblanco, Rosario Rossi, valoró ayer miércoles en rueda de prensa tanto el último pleno como el mandato que se aproxima a su conclusión. Acompañada de su compañera Francisca Dueñas, Rossi defendió como obligación «contar la situación de la gestión del Consistorio» hasta el último día y dijo mostrarse preocupada por el futuro de la localidad. Al igual que hiciera durante la sesión plenaria, la portavoz socialista tachó la «inexistente» capacidad de diálogo del primer edil, Santiago Cabello, aunque puntualizó que el trato con otros miembros del equipo de gobierno ha sido excelente. Un punto de inflexión indicó Rossi en ese relato y lo situó en el momento en el que Eduardo Lucena dejó su cargo de concejal  porque «el equipo de gobierno se quedó sin interlocutor». 

La también secretaria general de los socialistas pozoalbenses criticó que se culpe a la oposición de los proyectos que no han salido hacia adelante en estos últimos cuatro años y denunció que «donde no llegan con talento llegan con ataques a lo personal». Vacío, esa fue la palabra que utilizó para definir el mandato que expira, un vacío «de políticas para Pozoblanco con solo medidas electoralista con más fotos que futuro». Y a partir de ahí empezó a hacer un correlato de algunas de las actuaciones o no actuaciones realizadas por el actual equipo de gobierno como el «regalo de la Salchi», la falta de capacidad para conseguir inversiones de otras administraciones, la pérdida de subvenciones y reclamar esa pérdida a «las administraciones que cumplen con la ley, la pérdida de liderazgo comarcal o que el alcalde señale que mientras no haya plazas concertadas no habrá residencia cuando «si residencia jamás habrá plazas».

Al respecto de la pérdida o devolución de subvenciones, Rossi aclaró que durante el pleno «se mezclaron cosas porque de los pisos sindicales ha habido que devolver 56.000 euros, pero la aprobación de 51.000 euros que se hizo fue por la subida de precios en relación a la obra de la piscina. La subida de precios nada tiene que ver en la devolución de parte de la subvención de los pisos sindicales». 

En ese correlato, Rossi también señaló las «maniobras de distracción» con respecto a las obras del Mercado cuando «hace cuatro años se aprobaron a toda prisa los pliegos, para luego meter el proyecto en las subvenciones de Diputación y a día de hoy no hay nada». La falta de los pliegos de limpieza o la falta de negociación con el personal del Ayuntamiento fueron otras de las cuestiones que detalló la política socialista, a la que la rueda de prensa también le valió para despedirse. 

Lo hizo dando las gracias a todos sus compañeros, a los trabajadores del Ayuntamiento y a los medios de comunicación por «atender nuestras llamadas». Sin embargo, no se despidió sin dejar claro «he dado lo mejor de mí, incluso cuando se ha pretendido mi humillación pública» y deseó que «ninguna corporación tenga que pasar por estas situaciones. Nadie que tenga un mínimo compromiso político merece este trato».