Por Ángela Moreno Fernández, directora del Área de Dependencia de la Fundación PRODE

 

El aumento de la esperanza de vida de la población implica la necesidad de  conocer el proceso de envejecimiento y la adopción de  medidas económicas, sanitarias, sociales y espirituales, que garanticen el disfrute de una vejez activa y saludable. Este  incremento actual y futuro del número de personas mayores  genera un fuerte impacto social y económico, y constituye un reto para nuestra sociedad. Nos encontramos ante un desafío para la propia persona mayor, la familia y las instituciones.

En la actualidad pocas realidades hay en la vida comunitaria tan importantes como el hecho de la prolongación de la vida media del ser humano, pocas de tanta trascendencia y que ocupan  la atención de los gobiernos y  de la sociedad en general.

El término de “Envejecimiento Activo” todavía es relativamente novedoso y poco conocido a pesar de la gran difusión en los últimos años.

Este término fue  acuñado por la Organización Mundial de la Salud a finales de los 90 y ampliaba la visión de lo que hasta entonces se conocía como “envejecimiento saludable”, cuyo énfasis quedaba en los factores sociosanitarios y de salud.

Esta noción de envejecer de forma activa,  reconoce la influencia de otras variables, además de la mera atención sanitaria,  que afectan a la manera de  envejecer de  los individuos y las poblaciones, y otorga  a la actividad un papel esencial en las diversas expresiones del envejecimiento.

El enfoque de envejecimiento activo es uno de los fundamentos de los   centros y servicios de Atención a Personas Mayores de la Fundación PRODE, reconociendo los principios de calidad de vida, autodeterminación, bienestar físico, psíquico, afectivo, interpersonal y social como base fundamental de nuestro trabajo.

Debemos promover que las  personas envejezcan teniendo la oportunidad de ser protagonistas de su vida, siendo activos en las decisiones que les competen y participando de todo aquello que les es propio, teniendo en cuenta sus gustos y preferencias, y procurar el desarrollo de la persona también en la vejez.

Este hecho permite a las personas mayores fomentar su bienestar físico, social y  psíquico a lo largo de todo su ciclo vital y participar de la sociedad de acuerdo a sus necesidades, deseos y capacidades.

Siendo conscientes de que todo ello repercute positivamente en el proceso individual de envejecimiento, pero también contribuye a una sociedad en la que los valores y derechos de las personas se hacen más posibles para todos, desde la Fundación PRODE, se desarrollan a lo largo del año diversas actividades promovidas por los intereses y preferencias de nuestros usuarios que conforman el programa “ACTIVA2”.

El próximo viernes día 26 de octubre tendrá lugar  el I ENCUENTRO “ACTIVA2” en la localidad de El Viso, donde se reunirán más de 100 personas de toda la comarca, pertenecientes a los centros y servicios de atención a personas mayores de la entidad,  para compartir experiencias y disfrutar de momentos de convivencia.

Esperamos que este sea el primero de muchos.