• Ahora, el equipo disputará en el mes de mayo la fase de ascenso a la Segunda División Nacional tras proclamarse campeón en un emocionante partido ante el C.D. Cultural Palomera-Naranjo (4-2)

 

El Pozoalbense Femenino cumplió con su objetivo y se proclamó campeón de liga tras ganar en un vibrante partido, más por lo que había en juego que por el fútbol desplegado, al C.D. Cultural Palomera-Naranjo por 4-2, un resultado y campeonato liguero que le permitirá en el mes de mayo jugar la fase de ascenso a la Segunda División Nacional. Se trata del éxito de un colectivo deportivo que sigue demostrando su ambición y que viene a estrechar los lazos de unión de Los Pedroches porque el hito es para toda la comarca, ya que el equipo está formado por jugadores de muchos de sus municipios. Al final del partido fueron muchas las jugadoras que no pudieron evitar las lágrimas, normal después de la tensión acumulada.

Y es que aunque el encuentro se puso de cara para el cuadro pozoalbense en la primera parte con el tanto de María del Mar y con el 2-0 que consiguió Victoria ya en el segundo acto, el equipo capitalino tuvo paciencia y aprovechó sus ocasiones para meterse en el partido y de qué manera. Del 2-0 se pasó en apenas cinco minutos a 2-2 que seguía dando el campeonato al Pozoalbense pero que dejaba el partido muy abierto para que cayera del lado de cualquiera y más aún con un Palomera venido arriba tras conseguir el empate. En ese momento, el árbitro paró durante unos cinco minutos el partido por entender que el público no estaba en su ubicación natural y solicitó al delegado local que llamase a la Guardia Civil amenazando, incluso, con suspender el partido.

Ese parón vino a enfriar a los dos equipos y le sentó bien a un Pozoalbense que recuperó el mando de la contienda, a pesar de que la emoción y los nervios se palpaban de manera fehaciente. Las dudas las aplacó Sandra con el 3-2 que dio más fuerza a las pupilas de Manuel Fernández que ataron el título de campeón de liga con el gol de Beatriz Jaut, que puso el colofón final y dio paso a la celebración de un equipo que sigue sin encontrar su techo.