Un paseo estos días por la barriada de San Gregorio dejan sentir lo que en condiciones habituales estaría ocurriendo, las calles se engalanan para una fiestas que estos días no tendrán lugar. La suspensión de la conocida como ‘feria chica’ de Pozoblanco por el coronavirus no ha impedido que los vecinos de las calles de la barriada anuncien las fiestas en honor del patrón de la localidad. 

Así, las cadenetas se dejan ver en varias calles de igual modo que son muchos los balcones y ventanas que lucen la imagen de San Gregorio. Aunque este año el barrio no se convertirá en el epicentro de la actividad pozoalbense durante el segundo fin de semana de mayo el color de la decoración deja alegría en días donde el confinamiento sigue presente. 

Eso sí, la glorieta de la ermita sí refleja la anormalidad de este año y tan solo se ven a algunos vecinos que aprovechan esta zona para pasear en las horas permitidas. El salto del corcho, el reparto de arropías y garbanzos ‘tostaos’, la tasca y las atracciones quedan para otro año cuando la situación sanitaria permita que el barrio de San Gregorio vuelva a abrirse para celebras las fiestas en honor del patrón de Pozoblanco.