10 de noviembre, ese es la fecha fijada por la Plataforma Ciudadana de Personas Mayores y Dependientes para una nueva movilización de los ciudadanos de la comarca de Los Pedroches. En esta ocasión, la opción es abandonar el territorio y llevar las protestas ante el mismo Palacio de San Telmo, sede de la presidencia del gobierno andaluz. Hasta la fecha, la plataforma ha realizado dos movilizaciones, una en diciembre de 2017 y otra en mayo de 2018, ésta con más respaldo de ciudadanos que llegaron de varios puntos de la comarca hasta Pozoblanco.

Lo cierto es que las personas que encabezan este movimiento no están dispuestas a que su lucha caiga en el olvido, principalmente porque detrás de esa plataforma hay ciudadanos con nombres y apellidos con historias que hablan de las deficiencias que presenta la Ley de la Dependencia y que dejan muda a quien escucha cómo hay familias al borde de la desesperación por la falta de respuesta de la administración ante un derecho reconocido.

El 10 de noviembre la ciudadanía de Los Pedroches tiene que volver a reivindicarse, como cada vez que ha querido lograr algo para mejorar la calidad de vida y el desarrollo del territorio. Y lo cierto es que la llamada tendría que tener una respuesta masiva porque estamos ante una problemática generalizada. Lo óptimo es que también fuera sincera, pero eso a las puertas de unas elecciones andaluzas se presume complicado.

Porque no olvidemos que llevamos mucho tiempo escuchando la existencia de deficiencias en la Ley de la Dependencia y también a nuestros políticos pasándose la responsabilidad sin enterarse de que los ciudadanos, a esos que dicen representar, lo único que quieren son soluciones a sus problemas. Esa realidad, tal vez muy simplificada, nos conduce a otras reflexiones. Ondear banderas es muy fácil pero, ¿qué se ha hecho hasta la fecha por mejorar la calidad de vida de nuestros mayores? En Pozoblanco, sin ir más lejos, son muchos los mandatos que tres, cuatro o cinco grupos políticos son incapaces de ponerse de acuerdo en la construcción de una residencia de mayores, la localidad con mayor población y cuyos mayores tienen que buscar plazas en otras localidades. Con un envejecimiento de la población cada vez más patente, no hay que ser excesivamente previsor para entender que este tipo de infraestructuras son más que necesarias. Otra, a siete meses para que se agote este mandato seguimos sin noticias reales del Centro de Envejecimiento Activo.

El 10 de noviembre en Sevilla será un día para que la ciudadanía vuelva a alzar la voz, esa que estuvo siempre bajo las banderas rojas para que parara el tren en Los Pedroches, esa que es capaz de no plantarse ante los chantajes de nadie, esa ciudadanía que simplemente lucha por sus derechos, esa que en lo colectivo reivindica su orgullo. Y ahí la protesta, es más que necesaria. Luego, los postureos quedarán desenmascarados, el tiempo se encarga de ello.