Es un ejemplo de esfuerzo, pasión y superación, pero también es la mejor deportista pozoalbense atendiendo a su palmarés. Medallas internacionales, campeonatos nacionales y autonómicos son el reflejo de un éxito cimentado en una pasión “cocinada” en familia y del sacrificio de quienes confiaron en su potencial, que no fueron otros que los más cercanos, ese núcleo familiar. El pasado mes de diciembre, María José López recibía un homenaje impulsado por la Peña Ciclista San Bartolomé en la Gala del Ciclismo Andaluz. El mundo del ciclismo le rendía homenaje y un reconocimiento algo tardío a una de las suyas. Alejada de la alta competición hace dos décadas, ahora la pozoalbense es seleccionadora de hockey en silla de ruedas eléctrica. Nuevas historias, nuevas pedaladas.

Pregunta: Si decimos que es la mejor deportista pozoalbense no nos equivocamos.

Respuesta:La verdad es que el palmarés es bastante importante, con muchos campeonatos de España, con campeonatos de Andalucía y también internacionales. La mejor no lo sé, llevo muchos años fuera y no lo sé, pero creo que es muy bueno y digno de admirar.

P: ¿Cómo recuerda aquellos años?

R: Los recuerdo, sobre todo, como años de felicidad. He disfrutado muchísimo con el deporte, he conocido a tanta gente, he viajado a tantos países, que lo he disfrutado muchísimo. Es cierto que llegó un tiempo en el que cada vez te exigían más, yo también, un tiempo donde los entrenamientos eran de más calidad, más planificados y te exigen unos objetivos. Si una vez ganas, la siguiente quieren que hagas lo mismo y tú también te esfuerzas. Llega un momento en el que el deporte condiciona tu vida y lo que comenzó como parte de mi ocio, porque empecé por hacer deporte, por salud, se convierte en algo profesional. Digo profesional por entrenamientos y exigencias, porque cobrar no cobrábamos nada. Pero para mí significaba disfrutar.

P: ¿Por qué el ciclismo?

R: En mi casa siempre nos ha encantado el deporte. Recuerdo que cuando éramos pequeños había maratones de ciclismo en todos los barrios con circuito de bici. Mi hermano Manolo, que es mellizo mío, empezó a competir con la Peña Ciclista San Bartolomé en el circuito provincial, yo iba con él y a mí me encantaba. Un día vi a una chica competir, porque creía que las chicas no competían, y le pregunté a mi padre si yo podría hacerlo. Me compraron una bici y empecé a entrenar con mi hermano y con el resto de chavales que había en la Peña. Tuve la gran suerte de que me fue bien, me lo pasaba genial.

P: Me decía que le preguntó a su padre si podía competir tras ver a una chica. Hablamos de una situación de hace años, pero ¿cómo ve la evolución de la llegada de la mujer al deporte?

R: En mi opinión es algo que está muy verde. Ahora está habiendo un empujón muy importante porque el Consejo Superior de Deportes ha apostado por un programa, ‘Mujer y Deporte’, y todas las federaciones nacionales están trabajando en ello. La de ciclismo tiene un programa que se llama ‘Women in Bike’ que incentiva que la mujer haga deporte, en este caso ciclismo, a nivel de ocio no de competición. Yo he hecho la formación correspondiente y quiero empezar este proyecto porque sé que hay muchas mujeres que hacen ciclismo en Pozoblanco y en la comarca, es más, en Villanueva de Córdoba ya se ha hecho alguna quedada.

Pero volviendo a lo de antes, yo dejé la bici hace veinte años y la situación no ha cambiado mucho. Sigue habiendo discriminación a nivel de carreras y a nivel económico ni te cuento, por no hablar de los premios en las carreras. Yo a nivel laboral por el mismo trabajo he cobrado lo mismo que mis iguales hombres, no me ha pasado eso en el mundo del deporte. Recuerdo campeonatos de España donde a mi hermano le daban dinero y a mí un ramo de flores y si me daban dinero era muchísimo menos. Se van cambiando cosas, pero es algo que va muy lento.

P: ¿Cómo se revierte esta situación?

R: Hay una cultura arraigada de muchos años, tanto que somos las propias mujeres las que tenemos conductas machistas. Es curioso porque, por ejemplo, en el hockey tenemos una escuela con muchas niñas, aquí sin ir más lejos en el Club Atletismo Ginés, la base está llena de niñas, pero luego es incongruente que no lo sigan trabajando igual. No sé la época en la que se produce ese cambio en el que dejamos de hacer deporte y nos dedicamos a otras cosas. Hay un momento en el que entiendo que nos agotemos porque no podemos llevar todo y creo que lo primero que hacemos es dejar el deporte, también somos las que procreamos y eso influye.

P: Supongo que eso influye en el deporte de alta competición.

R: Cada vez se va alargando más el tener hijos y luego se nota, pero es que no puedes hacerlo antes. También pienso que el deporte de competición no es tan saludable, yo creo que lo que hay que incentivar en la mujer es que haga deporte por salud, por diversión, por tener un grupo de amigos y amigas, un tipo de ocio que se puede compaginar con otros. Ahí es donde tenemos que trabajar, el deporte de alta competición está reservado para unos pocos porque no todo el mundo tiene los medios o llega. Yo creo que lo que tenemos que incentivar es el ocio a través del deporte. mariajose1

P: ¿Qué le aportó a usted el deporte de alta competición?

R: Me dio la oportunidad de viajar a nivel internacional, aunque acabes conociendo el velódromo, la carretera y el hotel, pero es una oportunidad disputar campeonatos de España, del mundo, estar en el Tour de Francia, conocer gente de otros países, otras culturas. El deporte te quita también de otras cosas, de otros vicios y para mí eso es muy importante, ahora que soy madre tengo ese miedo y el vínculo con el deporte reduce el riesgo porque sabes que te tienes que cuidar, que tienes unos compromisos. Es una forma de ocio como otras.

P: Y del ciclismo al hockey, ¿cómo llega a ser seleccionadora?

R: Fue algo inesperado. Estaba terminando la carrera y mi profesor de Educación Física Adaptada nos nombró este deporte, me fui a unas jornadas de formación y me quedé sorprendida de cómo personas con movilidad tan reducida podían practicar ese deporte. De ahí surgió mi implicación con este deporte, crearon una sección en el Club de Alcobendas y me ofrecieron ser entrenadora, no tenía ni idea pero creí que mi formación me ayudaría y podría realizar el trabajo. Luego tuve la suerte de que me propusieran para ser seleccionadora y hace un mes también soy la coordinadora de la selección.

P: ¿Cómo es su trabajo como seleccionadora? 

R: No hay mucha actividad porque el hockey en silla de ruedas eléctrica no es un deporte paralímpico por lo que no tiene partida presupuestaria del Consejo Superior de Deportes. En 2016 fuimos al Europeo que se disputó en Holanda, fueron ocho países, nosotros casi como invitados, y quedamos últimos pero hicimos una buena competición. Se volvió a parar la cuestión por falta de recursos económicos, es un deporte muy caro tanto por el material como por el personal que necesitamos. Ahora estamos haciendo concentraciones y tenemos por delante los campeonatos de España y los de clubes, además del torneo de clasificación para el Europeo de 2020 en Praga que tenemos en octubre. Tenemos que trabajar la promoción deportiva porque mientras más personas se involucren, mucho mejor. Estamos en eso.

P: Volviendo al ciclismo, en diciembre recibió un sentido homenaje en su pueblo.

R: Fue precioso, después de tantos años, fue una cosa muy bonita. Fue un reconocimiento a mi trayectoria y me emocioné muchísimo de poder vivirlo con mi familia y también del cariño recibido por los pozoalbenses. También te digo que ya era hora de un reconocimiento así, que también estuviera involucrado el Ayuntamiento.

P: ¿Piensa que si hubiera sido hombre el reconocimiento hubiera llegado antes?

R: Por supuesto, y también las ayudas. Mira que impactaba que una mujer consiguiera esos logros, pero si hubiera sido un hombre las instituciones hubieran respondido más. Si yo no hubiera tenido el apoyo de mi familia no podría haber conseguido nada, todo salió del esfuerzo de mi núcleo familiar, de mis padres, hasta que me fui a Madrid y entré en un equipo. Los ayuntamientos e instituciones deberían ayudar más a los deportistas individuales y más en un medio rural porque el esfuerzo económico que se requiere es altísimo.