No sé si os pasará también a vosotros, pero después de los acontecimientos vividos en el Ayuntamiento durante los últimos años, uno de verdad que intenta abstraerse de la guerra sucia de nuestros políticos, de sus bilis, de sus idas y venidas, y lo que acaba viendo todo negro, lo último nuestra televisión, sí, por que nuestro Canal 54 ya luce también en negro. Y negro, muy negro se ve el panorama para el futuro de nuestros hijos cuando las expectativas de que esto cambie en las próximas elecciones municipales son tan negras como la emisión de Canal 54.

Esta mañana he estado en la inauguración del Mercado Navideño y he sentido dos «Pozoblancos», uno ilusionante y esperanzado, el de los esos comerciantes con los que he estado comentando la situación de nuestro pueblo y que se agarran a cualquier soga que le ayude a salir de la crisis, aunque esa soga acabe ahogándolos, y otro negro, muy negro y desilusionante, el de la desesperación de los trabajadores de Canal 54 por la puñalada a su trabajo, el de la Policía Local volviendo a montar el circo, y como colofón el del ridículo e hipócrita paseillo, como dos enamorados, de Pablo Carrillo y Benito García por los puestos del Mercadillo, escoltados por la policía local como si no se nos hubiese apagado la Televisión, y si fuera solo eso.