Restan horas para que los pozoalbenses vivan la romería de la Virgen de Luna y, por tanto, de la llegada de la patrona a la localidad. En la noche del viernes Raquel Castro anunció esa llegada con un pregón que, como ya avisó, fue muy emocional y que pivotó sobre varios ejes: la igualdad, las tradiciones, la familia, la juventud o el compromiso. La poesía se mezcló con la narrativa en un pregón donde la exaltación mariana estuvo de principio a fin. 

Abrió el baúl de los sueños Raquel Castro para recuperar a esa niña «curiosa con los ojos abiertos para descubrir y sentir» en un contexto donde «el fervor se llama luna» y el orgullo está en «que me han parido taruga». El mensaje de igualdad, enfocada a la entrada de mujeres en la cofradía, ocupó la primera parte del pregón recogiendo una antiguo anhelo, el de una sociedad donde las mujeres dejen «de batallar por tener su lugar». A las mujeres «valientes que desafían el viento» fue dedicado ese tramo del pregón. 

Luego, la familia fue entremezclándose con la tradición, como aspectos indisolubles, pero también con mensajes claros lanzados a unos padres que «somos responsables de inculcar a nuestros hijos la importancia de estos días, haciéndoles ver que todo tiene un sentido». A partir de ahí, la devoción mariana cobró más protagonismo y la pregonero aludió a la coronación canónica como algo más que un mero trámite, como esa «veneración sincera» encaminada a unir a los pueblos de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba. Como hicieron otros pregoneros antes invitó a la unidad a través de la fe, la caridad y la fraternidad, entender a la Virgen de Luna «como puente y no muralla». 

La otra gran reivindicación de Raquel Castro se centró en la juventud con un doble mensaje, a ellos les invitó a mantener «la audiencia de cuestionar, pero también la humildad de aprender». Al resto, a ser conscientes de la necesidad de conectar con esa juventud a través de sus herramientas, de su lenguaje y de su forma de entender el mundo porque «no se trata solo de mantener vivas nuestras tradiciones, sino de evolucionar con ellas». 

La última imagen, con dos de sus tres hijas en el escenario, hablándole a ellas despertó el aplauso unánime a una pregonera que paseó por la romería de la Virgen de Luna haciendo el camino, pero lanzando claros mensajes para que se camino se mantenga con coherencia.