El mundo del fútbol no es ajeno a la crisis económica, al menos en algunas esferas, y la precaria situación por la que pasan muchos equipos no es un secreto para nadie. En esas se encuentra el Ayamonte cuya retirada del grupo X de Tercera División se lleva sopesando durante toda la semana tras el ultimátum dado por la plantilla a la directiva que expira el mañana 15 de noviembre y que ha puesto en peligro el desplazamiento que el Club Deportivo Pozoblanco tiene que afrontar el próximo domingo a tierras onubenses.

Finalmente, y tras varias informaciones publicadas, el capitán del Ayamonte, Fernando Vaz, confirmó en el día ayer en unas declaraciones a Onda Cero que la plantilla afrontará el compromiso liguero contra el equipo de Mario Rojas. Una decisión que los jugadores han tomado para «callar muchas bocas» y que deja atrás la decisión de plantarse tras las «promesas incumplidas» realizadas por la directiva de la entidad ayamontina.

No obstante, si los responsables de la entidad no encuentran una solución para paliar la mala situación económica y ponerse al día de los pagos que adeuda a la plantilla y demás cuestiones financieras, el Ayamonte está abocado a dejar el grupo X de Tercera División, con los cambios que eso supondría para el resto de equipos. En primer lugar, se anularían todos los resultados cosechados contra el cuadro onubense y a la hora de descender, punto importante para que el objetivo de permanencia de los de Rojas se cumpla, tan solo lo harían dos equipos.

No sería la primera vez que el Pozoblanco afrontara un desplazamiento que quedaría en nada, si se cumplen los peores presagios, ya que en la temporada 2010/2011 el equipo se desplazó hasta Jerez para medirse a un Jerez Industrial que ya estaba descendido por jugar con excesivos jugadores juveniles ante la «espantada» de jugadores ingleses que sufrió.