La evolución y los cambios en las formas de vida provocan que en muchas ocasiones se intente mantener vivo el espíritu que marcó en su día la historia de los territorios. Con ese objetivo nació hace siete años la Fiesta del Pastoreo de Villaralto, unos días donde este pequeño municipio de Los Pedroches rompe su rutina y realidad para “viajar” a través de las recreaciones a tiempos pasados a través de la figura de los pastores. Una idea consolidada que con el paso de los años ha ido creciendo y llega con muchas actividades enfocadas a que los vecinos de toda la comarca rememoren tiempos pasados.

Por eso, durante este fin de semana pasear por las calles de Villaralto ha tenido un especial encanto gracias a la implicación de los vecinos. Un paseo que permitió descubrir y acercarse al eneado de sillas, la fabricación del chozo o las zonas donde la gastronomía se impuso e introdujo al visitante en la elaboración de productos tan típicos de la zona como el relleno. Y es que el crecimiento de la actividad viene permitiendo potenciar otros aspectos y el gastronómico va cobrando protagonismo incluso con charlas como la que tuvo lugar el viernes, ‘Maridaje queso y miel’.

La jornada del sábado tuvo como puntos fuertes la inauguración oficial en la Plaza del Museo del Pastor, además de la cencerrada y del concurso donde se eligió al borrego más bonito con los niños como protagonistas buscando también que las nuevas generaciones conozcan la historia y orígenes de Villaralto. El ambiente fue creciendo con el paso de las horas y fueron muchas las personas que no quisieron perderse el cordero a la brasa que dominó en la oferta del mediodía.

La Fiesta del Pastoreo concluyó ayer con una misa y ofrenda floral a la Divina Pastora y ya en la jornada vespertina los asistentes pudieron descubrir el oficio del esquileo con las exhibiciones programadas, así como el acarreo de ovejas con perro pastor. Actividades participativas que permitieron a los vecinos de Los Pedroches conocer a la figura de los viejos pastores y también poner de relieve y valorar su trabajo.

Torrecampo también rinde homenaje a los pastores

Pero, Villaralto no es el único punto de la comarca de Los Pedroches en el que se ha rendido homenaje a la figura de los pastores y recreado una auténtica jornada de esta tradicional faena. Torrecampo se sumó ayer domingo con  el día de con la Fiesta del Esquileo que dio comienzo con el tradicional paseo del manso y un pasacalles de cencerros. A mediodía se concentró la exhibición y el concurso de esquileo tanto a máquina como a tijera.

La gastronomía también estuvo muy presente y los vecinos pudieron degustar exquisitos platos elaborados a base del mejor cordero como caldereta, chuletas de palillo, sin olvidar el lechón frito o la repostería tradicional casera.