Quedan muy pocos días para que Pozoblanco se sumerja en una de sus fiestas más esperadas, las de San Gregorio, también conocida como la feria chica de la localidad. El Ayuntamiento del municipio y la Cofradía de San Gregorio trabajan de manera conjunta para que todo esté a punto la próxima semana, que llega con el viernes 11 como día de fiesta local, y los ciudadanos encuentren en el mítico barrio un lugar de encuentro. Con este espíritu nace la recuperación de uno de los elementos que antiguamente daban vistosidad a la feria, el arco de entrada al barrio que este año se colocará al inicio de la calle San Gregorio.

Es una de las novedades que se presentaron con motivo de unas fiestas que volverán a estar unificadas en la barriada, como ocurre desde hace unos años, y que implicarán también un amplio dispositivo de seguridad y limpieza para garantizar el perfecto desarrollo de las mismas y evite las menores molestias posibles a los vecinos. Las fiestas y las actividades que llevan aparejadas han sido presentadas por responsables del Ayuntamiento de la localidad y por miembros de la Cofradía.

Siguiendo con el capítulo de novedades, en esta edición y tras la tradicional quema del corcho (jueves, 10 de mayo) habrá fuegos artificiales que podrán verse mientras en la explanada de la ermita se ponen a la venta las típicas arropías. Las tradiciones se completarán con el reparto de garbanzos «tostaos» y altramuces, algo muy asociado a las fiestas de San Gregorio. Del mismo modo, la Casa de la Cofradía luce con una decoración floral especial como uno del los rincones que se han ornamentado en este mes de mayo.

Respecto a las actividades, a las deportivas y culturales, se suman las religiosas que alcanzarán su punto más importante con la procesión que llevará a San Gregorio por su barrio acompañado de la Banda Municipal de Música. Eso será el viernes 11 de mayo a partir de las 11:30 horas de la mañana.