«Domingo por la mañana. Tres personas bordean una mesa en una terraza. Unos zumos, unos licores, una conversación. Una conversación política, claro. Ventura Redondo es una de ellas. No sé si es el que más habla, pero sí el que más ilusionado está. Aún no es candidato oficial por el PP, pero lleva pensando unos días como si lo fuera. Cuenta que van a dar la sorpresa, que le ha sorprendido la gente que se le ha acercado para ir en su lista, que pretende unificar el partido, que va a trabajar para que nadie se sienta extraño, que va a intentar recuperar a las que un día se fueron. Admite que el partido ha cometido errores, pero afirma que hay que mirar al futuro con ilusión,  que hay que trabajar para que Pozoblanco sea el hogar de todos. Lo veo convencido y con ganas. Entiendo que es su proyecto, y me alegro por ello. Fue el domingo por la mañana, mientras tomábamos tranquilamente el sol en una terraza. Tres días antes del miércoles. Ventura no ha podido tener la culpa.»