El Pozoblanco afrontará el domingo (17:00 horas) su segundo derbi provincial consecutivo, un choque que le medirá a un Ciudad de Lucena que busca cerrar de manera matemática su pase a la fase de ascenso, algo que ya casi roza. Por contra, el equipo de Emilio Fajardo buscará seguir vivo en esa misma lucha en una recta final de la primera fase igual de emocionante que compleja ante rivales de la zona alta de la tabla. Después de caer ante el Salerm Puente Genil, los pozoalbenses se miden al líder con el mismo optimismo pero conscientes de que los dos puntos que no se sumaron podrían ser claves. Con todo, la consigna sigue siendo la misma: hay opciones y se peleará hasta el final

Por toda esa mezcla de circunstancias, el técnico del Pozoblanco alegó que estamos ante otro partido «con muchísimos alicientes». «Si ellos consiguen la victoria, consiguen matemáticamente estar en la lucha por el ascenso, vienen de perder y querrán volver a ganar y hacerlo ante 800 personas. Para nosotros hay más alicientes si cabe porque podemos luchar por todo, al final será el terreno de juego el que nos dirá por lo que podemos optar en los tres últimos partidos», apuntó el técnico, que resaltó de igual modo que «estamos optimistas por el nivel que está dando el equipo y por la forma de competir que está demostrando». 

El preparador se deshizo en halagos hacia su rival, alabando la «espectacular» primera fase que han realizado con «un juego bonito, un equipo bien trabajo tanto en lo colectivo como en lo individual. Los números hablan por sí solos». «Es un equipo muy equilibrado en todas sus líneas, si le damos oportunidad de hacer gol tienen jugadores que las van a materializar como ocurrió en el partido de ida que, pese a ser dominadores, pese a tenerlos en campo contrario, tuvieron una individualidad y la aprovecharon», analizó Fajardo. Por lo tanto, la clave para el entrenador volverá a pasar porque su equipo sea el dominador «a través del balón y la posesión» y adelantó que «tenemos que ser valientes e ir a por el partido, no podemos esperar a que fallen, tenemos que hacerles fallar». «Tenemos que tener una personalidad enorme, un nivel de juego muy bueno tanto en lo defensivo como en lo ofensivo», zanjó a este respecto. 

 

Para poner contra las cuerdas al líder, el técnico de los blanquillos contará con algunos efectivos que no tuvo a su disposición en jornadas anteriores. En este sentido, habrá que ver hasta qué punto puede estar Iniesta que entró en convocatoria frente al Puente Genil para «que volviera a sentirse futbolista después de las 3-4 semanas que lleva fuera por la lesión, preferí que estuviera con el grupo». Y aunque su participación no está al garantizada al cien por cien se espera contar con él, al igual que con Joel que vuelve tras cumplir su partido de sanción, dos piezas «claves en el centro del campo». No será de la partida Mori, que está en el tramo final de su recuperación, ni tampoco Santacruz, sancionado con dos partidos y será duda hasta el final Luis Fraiz. 

Expediente

Y si de lo futbolístico no tuvo ninguna duda en hablar y analizar cualquier cuestión, Emilio Fajardo no quiso a entrar a valorar el expediente que le ha abierto la Federación Andaluza de Fútbol tras las declaraciones realizadas a la conclusión del choque frente al Salerm Puente Genil. El técnico cargó contra algunas decisiones arbitrales, fundamentalmente por el clarísimo penalti que el colegiado no señaló a favor de su equipo tras un agarrón a David España. Deja en este terreno la acción al club para que alegue lo que «estime oportuno» ante unos hechos que pudieran ser constitutivos de una acción prevista en el artículo 100 bis del código disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol. 

En este sentido, el referido artículo hace mención a las declaraciones a través de cualquier medio sobre los miembros del colectivo arbitral o miembros de los órganos de garantías normativas. «La realización por parte de cualquier persona sujeta a disciplina deportiva de declaraciones a través de cualquier medio mediante las que se cuestione la honradez e imparcialidad de cualquier miembro del colectivo arbitral o de los órganos de la RFEF; así como las declaraciones que supongan una desaprobación de la actividad de cualquier miembro de los colectivos mencionados cuando se efectúen con menosprecio o cuando se emplee un lenguaje ofensivo, insultante, humillante o malsonante, serán sancionados tratándose de técnicos de cuatro a doce partidos de suspensión y multa en cuantía de 601 a 3.005,06 euros».